El gusano barrenador preocupa a Houston por su avance hacia Texas. Conoce los riesgos para el ganado y las medidas de prevención en la región.
El gusano barrenador ha vuelto a encender las alarmas en Estados Unidos después de que las autoridades sanitarias confirmaran casos recientes en ganado de México y el primer contagio humano relacionado en el país. Aunque los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) señalan que el riesgo para la población sigue siendo bajo, la cercanía de Texas con las zonas afectadas mantiene en alerta a la industria ganadera y a comunidades urbanas como Houston, donde la economía y la salud pública podrían verse impactadas si la plaga se establece.
¿Qué es el gusano barrenador?
El gusano barrenador es la larva de una mosca parasitaria que se alimenta de la carne de animales vivos. Las hembras depositan sus huevos en heridas abiertas o cavidades naturales, y al eclosionar, las larvas penetran el tejido provocando infecciones graves. Aunque los casos humanos son poco frecuentes, la infestación puede ser mortal si no se trata a tiempo.
En la ganadería, el gusano barrenador representa un riesgo enorme: puede matar a una vaca adulta en apenas dos semanas. La enfermedad no se transmite de persona a persona, pero sí se propaga con facilidad entre animales, lo que lo convierte en una de las plagas más temidas en la agricultura y la producción de carne.
El avance hacia Texas
Durante más de medio siglo, el gusano barrenador fue erradicado de Estados Unidos gracias a un exitoso programa del Departamento de Agricultura (USDA) que liberaba moscas estériles para interrumpir su reproducción. Sin embargo, en los últimos años, la plaga ha vuelto a detectarse en Centroamérica y México, avanzando hacia el norte a un ritmo que preocupa a los expertos.
En 2024 y 2025, se confirmaron brotes en granjas del sur de México, y las autoridades estadounidenses reaccionaron imponiendo restricciones temporales a la importación de ganado. Ahora, con un caso humano identificado en Maryland en agosto, vinculado a un viaje desde El Salvador, las alarmas se intensificaron.
Houston, como una de las áreas metropolitanas más cercanas a la frontera y un punto clave en el comercio de carne y ganado, se encuentra en el centro de las estrategias de prevención. La ciudad alberga instalaciones de procesamiento y distribución que abastecen a buena parte del sur de Estados Unidos, por lo que un brote local tendría repercusiones económicas de gran escala.
Gusano barrenador en Houston: riesgos locales
Aunque aún no se han reportado infestaciones en el condado de Harris, el riesgo para Houston no es menor. La combinación de altas temperaturas, humedad y la densidad de animales domésticos y de granja crea un ambiente propicio para la propagación del gusano barrenador.
Las autoridades locales ya trabajan de manera coordinada con el USDA en medidas de vigilancia. Estas incluyen:
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Monitoreo de ganado en ranchos cercanos a la frontera.
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Inspecciones en instalaciones de transporte y sacrificio de animales en Houston.
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Entrenamiento de veterinarios y trabajadores agrícolas para identificar síntomas tempranos.
Además, programas comunitarios promueven la instalación de trampas de mosca y la revisión de mascotas y animales de granja, pues incluso perros y gatos pueden ser afectados si tienen heridas abiertas.
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Prevención y medidas de control
Expertos en sanidad animal insisten en que la prevención es la herramienta más eficaz contra el gusano barrenador. Algunas de las recomendaciones más importantes son:
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Revisar regularmente al ganado y animales domésticos en busca de heridas.
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Aplicar productos repelentes y cicatrizantes en lesiones abiertas.
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Notificar de inmediato a las autoridades sanitarias cualquier caso sospechoso.
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Participar en campañas de vigilancia comunitaria.
En Houston, organizaciones agrícolas han comenzado a distribuir folletos y recursos informativos para rancheros y familias con animales, recordando que una detección temprana puede salvar vidas y evitar la propagación.
Impacto económico potencial
La industria ganadera de Texas es una de las más grandes del país, con un valor estimado de más de 15 mil millones de dólares anuales. Si el gusano barrenador llegara a establecerse en el estado, el impacto económico sería devastador. El USDA ha calculado que un brote a gran escala podría causar pérdidas superiores a los 10 mil millones de dólares, además de afectar la cadena de suministro de carne en todo el país.
En Houston, donde operan importantes centros de distribución y procesamiento, las repercusiones se sentirían rápidamente en precios de la carne, empleo y comercio local. Por eso, los ganaderos y funcionarios locales consideran crucial mantener las medidas de vigilancia y prevención.
El futuro de la lucha contra el gusano barrenador
Para enfrentar la amenaza, Estados Unidos está construyendo una nueva planta en Edinburg, Texas, que producirá moscas estériles para reforzar la estrategia de erradicación. Esta instalación podrá generar hasta 300 millones de moscas por semana, que se liberarán en áreas estratégicas para frenar el avance de la plaga desde México hacia Houston y otras ciudades texanas.
El USDA también ha invertido en entrenar perros capaces de detectar infestaciones en el ganado en la frontera, además de fortalecer la cooperación internacional con gobiernos de Centroamérica y México.
Aunque los expertos aseguran que el riesgo inmediato para la salud pública en Houston es bajo, el recuerdo de pasados brotes mantiene la preocupación en la comunidad. Para muchos residentes, la pregunta ya no es si el gusano barrenador llegará a Texas, sino cuándo y qué tan preparados estarán los ranchos, las ciudades y los hospitales para enfrentarlo.