Un grupo de ciudadanos busca reunir más de 63 000 firmas en 30 días para revocar al alcalde John Whitmire. El reto apenas comienza en Houston.
El lunes 6 de octubre, Ethan Hale, uno de los promotores del movimiento Recall Houston, fue el único de ocho voluntarios presentes en un evento de firmas en el campus de Houston City College. Su meta: recolectar más de 63,000 firmas en 30 días para forzar un voto para revocar al alcalde John Whitmire. Las planillas usaban la palabra “petition” mal escrita como “petiton”.
“No creo que él esté guiando la ciudad por buen camino. Estamos financiando lo equivocado”, declaró Hale, quien dejó temporalmente sus estudios para impulsar la campaña.
Contexto del esfuerzo para revocar a Whitmire
El grupo “Recall Houston” (también referido como “Recall for Houston”) lleva más de un año gestando esta iniciativa, con críticas sobre la gestión del alcalde en temas como movilidad, seguridad, financiamiento y proyectos públicos.
Para que el proceso prospere, debe cumplirse con requisitos estrictos: recolectar 63,000 firmas válidas en un plazo de 30 días, un promedio que ronda las 2,100 firmas diarias. Algunos analistas advierten que el grupo tendrá que recolectar aún más para compensar firmas inválidas.
Si el esfuerzo llega a buen término, el voto de revocación se llevaría a cabo en una fecha especial propuesta para mayo 2026.
Retos y críticas al movimiento para revocar al alcalde
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Las planillas con errores de ortografía han generado dudas sobre la validez legal del proceso.
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La aceptación pública no se presenta masiva: el primer evento solo logró unas 10 firmas en la primera hora.
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El alcalde Whitmire calificó la iniciativa de “silly” (absurda) y afirmó que no se distraerá de sus funciones.
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Expertos en política local han señalado que los esfuerzos de revocación generalmente enfrentan obstáculos importantes y pocas veces logran su objetivo.
Impacto local e implicaciones
Para muchos residentes latinos e hispanos de Houston, este tipo de iniciativas pueden sentirse lejanas, pero pueden tener consecuencias reales: cambios en inversiones municipales, en prioridades en infraestructura o en visibilidad política de distintos sectores.
Mientras tanto, campañas como esta abren el debate sobre la rendición de cuentas local. Aunque el escenario parece cuesta arriba, el proceso servirá para medir el pulso ciudadano y el grado de oposición organizada al gobierno del alcalde.