La contaminación por plásticos preocupa en Houston. Activistas piden regulación de microesferas urgente para proteger playas, fauna y salud pública.
En medio de la creciente preocupación por la contaminación plástica, organizaciones ambientales en Texas intensifican sus llamados a la acción, exigiendo una regulación de microesferas plásticas más estricta. Estas pequeñas partículas, conocidas como nurdles, son utilizadas para fabricar una gran variedad de productos cotidianos, pero representan un riesgo creciente para la salud humana, la fauna marina y los ecosistemas costeros.
El pasado 7 de noviembre, más de 20 voluntarios se reunieron en una playa de Galveston para recoger manualmente cientos de estas microesferas dispersas en la arena. El evento fue organizado por Environment Texas y Turtle Island Restoration Network, quienes no solo lideraron la limpieza, sino que también están haciendo presión para lograr cambios legislativos concretos.
¿Qué son las microesferas plásticas (nurdles) y por qué están en la mira?
Las microesferas plásticas (nurdles) son partículas diminutas que sirven como materia prima para la industria del plástico. Aunque su función es esencial en procesos de manufactura, activistas argumentan que su transporte y manipulación carecen de regulación efectiva. Al ser extremadamente livianas, estas microesferas suelen derramarse durante su producción o traslado, y eventualmente terminan en cuerpos de agua y playas, como las de Galveston.
Joanie Steinhaus, directora del programa oceánico de Turtle Island Restoration Network, explicó que la regulación de microesferas plásticas no busca detener la producción de plástico, sino evitar que estos residuos lleguen al medio ambiente. “Solo pedimos reglas que obliguen a las empresas a prevenir derrames y responder cuando ocurren”, señaló.
Texas necesita una regulación de microesferas plásticas efectiva
Durante la limpieza del 7 de noviembre, los voluntarios recolectaron 1,216 microesferas. Desde 2020, Turtle Island ha recogido más de 16,000 microesferas plásticas solo en las playas de Galveston. Estas partículas no solo son una amenaza física para la fauna marina, sino también química: al estar en contacto con pesticidas, aceites o fertilizantes, las microesferas absorben toxinas que luego ingresan a la cadena alimenticia.
“Cuando un pez ingiere una microesfera contaminada, esas toxinas pueden terminar en los platos de quienes consumen ese pescado”, explicó Steinhaus. Esta realidad plantea riesgos directos para la salud de los consumidores en ciudades como Houston, donde el marisco es parte importante de la dieta.
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36 plantas productoras, y contando…
Actualmente existen 36 instalaciones en Texas que producen microesferas plásticas, incluyendo tres a lo largo de la Bahía de Galveston. Aunque grupos ambientalistas han solicitado que la regulación de microesferas plásticas se integre a las normas estatales de calidad del agua, el proceso podría extenderse hasta 2026.
Sin embargo, no todo va en la dirección deseada por los activistas. Apenas un día antes de la limpieza, el gobernador Greg Abbott anunció la apertura de una nueva planta de Formosa Plastics en el condado de Jackson, al suroeste de Galveston. Esta inversión de $150 millones, aunque bienvenida por su impacto económico, fue recibida con inquietud por parte de las organizaciones ambientales.
“No necesitamos más plantas plásticas. Necesitamos menos”, declaró Steinhaus. “El planeta ya está saturado de plástico, y no podemos reciclar una salida a esta crisis”.
¿Qué dicen las autoridades locales?
A nivel local, el Concejo Municipal de Galveston aprobó el 23 de octubre una resolución en la que se solicita al estado adoptar medidas más estrictas para prevenir la contaminación con pellets plásticos y otras formas de polución industrial. El objetivo es proteger a la comunidad y preservar la costa, uno de los principales atractivos turísticos y ecológicos de la región.
Mientras tanto, organizaciones y residentes de Houston observan de cerca estos movimientos. Aunque Galveston suele ser el foco de estas limpiezas, los efectos del plástico en el agua impactan a toda el área metropolitana, especialmente en temas de consumo, salud y seguridad alimentaria.
¿Y Houston qué papel juega?
Aunque la limpieza se realizó en Galveston, muchas de las instalaciones productoras y transportistas de microesferas plásticas operan desde Houston o pasan por sus rutas. Por ello, activistas como los de Turtle Island buscan que más comunidades urbanas, incluyendo Houston, se sumen al llamado a implementar una regulación de microesferas plásticas más clara, efectiva y urgente.