El Papa León XIV recibió en el Vaticano el 27 de mayo a los directivos y jugadores del equipo de fútbol del Nápoles, campeón de Italia. El Nápoles se proclamó campeón del fútbol de Italia por cuarta vez en su historia el pasado 23 de mayo, tras marcar dos goles al equipo de Cagliari en la última jornada de la Serie A.
Tras felicitar al equipo por su victoria, el Pontífice subrayó que: “Ganar el campeonato es un logro al final de un largo camino, en el que lo que más cuenta no es la hazaña de una vez, o la prestación extraordinaria de un campeón”.
“El campeonato lo gana el equipo, y cuando digo ‘equipo’ me refiero tanto a los jugadores, como al entrenador con todo el cuerpo técnico, y también a la sociedad deportiva”, explicó a continuación.
Para el Santo Padre, haber logrado la victoria en equipo es un aspecto muy importante, también desde el punto de vista social: “Sabemos cuánto gusta el fútbol en Italia y en el mundo”, precisó.
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Por ello, destacó que el valor social de un acontecimiento como este, que va más allá del hecho meramente técnico-deportivo, es el ejemplo de un equipo que “trabaja unido, donde los talentos individuales se ponen al servicio del conjunto”.
También advirtió que, cuando el deporte se convierte en negocio, “corre el riesgo de perder los valores que lo hacen educativo, e incluso puede volverse deseducativo”, algo en lo que “hay que estar atentos”, especialmente cuando se trata de adolescentes.
De este modo, hizo un llamamiento a los padres y a los dirigentes deportivos: “Es necesario prestar mucha atención a la calidad moral de la experiencia deportiva a nivel competitivo, porque está en juego el crecimiento humano de los jóvenes”.
“Les agradezco su visita. ¡Una vez más, felicitaciones! Que el Señor los bendiga a todos ustedes y a sus familias”, concluyó León XIV.