Luisiana.- Por haber deportado a dos familias originarias de Honduras y haberles «negado el debido proceso», el Proyecto Nacional de Inmigración, Gibson Dunn, Most & Associates y Ware Immigration presentaron una demanda federal contra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Los demandantes incluyen a dos madres y sus cuatro hijos menores, tres de los cuales son ciudadanos estadounidenses. Uno de los niños, ciudadano estadounidense, es un niño de cinco años que recibe tratamiento para un cáncer de riñón en etapa cuatro.
La demanda alega que ICE violó su propia política y múltiples leyes federales cuando los agentes detuvieron secretamente a las familias en habitaciones de hotel, les negaron la oportunidad de hablar con sus familiares y tomar decisiones sobre sus hijos menores, les negaron el acceso a un abogado y los deportaron en menos de un día. A pesar de los trámites legales urgentes y las peticiones de abogados y familiares, ICE llevó a cabo las deportaciones en violación de sus propias políticas.
“Ha sido aterrador y abrumador”, dijo Rosario (una de las afectadas). “Después de tantos años en Estados Unidos, ser enviada a Honduras ha sido devastador. La vida en Honduras es increíblemente difícil. No tengo los recursos para cuidar a mis hijos como necesitan. Desde que regresé, mi hija ha enfermado y ha sufrido ansiedad, y yo también he estado lidiando con mis propios problemas de salud. Me diagnosticaron ansiedad alta y me recetaron medicamentos para el estrés. No es lo mismo que vivir en tu propio país. Ha sido doloroso en cada paso del camino”.
“Para mí, toda esta situación ha sido increíblemente estresante”, dijo Julia (otra afectada). “Pensé que solo iba a una cita, pero me mintieron. Nunca imaginé que me enviarían a mí y a mis hijos a Honduras. Regresar a Honduras ha significado dejar atrás a mi esposo, y eso ha sido muy duro. Mis hijas también han sufrido mucho. Estaban acostumbradas a sus rutinas en Estados Unidos y extrañan a su padre todos los días. Nos privaron de la oportunidad de ser y tomar decisiones como familia”.
“Las acciones de ICE en este caso no solo son ilegales, sino también crueles y demuestran un total desprecio por los valores familiares y el bienestar de los niños”, declaró Sirine Shebaya, directora ejecutiva del Proyecto Nacional de Inmigración.