Un adolescente denunció haber sido golpeado por agentes de ICE en Houston durante un operativo. El caso reaviva el debate sobre los abusos migratorios.
Un joven de 16 años, ciudadano estadounidense y residente de Houston, denunció haber sido golpeado y sometido a insultos raciales durante un operativo de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) realizado la semana pasada.
El caso ha generado preocupación entre defensores de derechos humanos y líderes comunitarios, quienes piden una investigación inmediata sobre el uso de fuerza y el protocolo de identificación de los agentes.
Un operativo que terminó en violencia
El incidente ocurrió la mañana del jueves 23 de octubre, cerca de la intersección de South Gessner Road y Beechnut Street, cuando Arnoldo Bazán, de 16 años, se dirigía a la escuela junto a su padre, Arnulfo Bazán.
Según el testimonio del joven, un automóvil sin identificación oficial los detuvo de forma repentina. Los hombres que se acercaron, con el rostro cubierto y sin insignias visibles, no se identificaron como agentes de la ley.
“Nos asustamos porque no sabíamos quiénes eran. Golpeaban la ventana e intentaban abrir la puerta”, relató el joven en una conferencia organizada por la organización FIEL Houston.
Temiendo por su seguridad, ambos intentaron huir, pero fueron interceptados por otros vehículos. Al ser detenidos, el adolescente asegura que fue golpeado, asfixiado y despojado de su teléfono mientras intentaba grabar el encuentro.
El padre fue arrestado y trasladado a un centro de detención migratoria en Conroe, mientras que el menor fue liberado tras varias horas.
ICE bajo escrutinio
La oficina de ICE en Houston no respondió de inmediato a las solicitudes de información sobre el caso ni sobre si los agentes involucrados cumplieron con los protocolos establecidos.
Según el Código Federal de Regulaciones de EE. UU., los agentes están obligados a identificarse y explicar los motivos del arresto antes de detener a una persona.
El caso ha reabierto el debate sobre el uso excesivo de fuerza en los operativos migratorios y la falta de transparencia en las actuaciones de ICE, especialmente en comunidades con gran presencia de inmigrantes latinos como Houston.
Reacción de la comunidad y líderes locales
Organizaciones proinmigrantes locales han manifestado su indignación. FIEL Houston, un grupo dedicado a la defensa de derechos civiles, calificó el incidente como un ejemplo del abuso y la intimidación que enfrentan las familias inmigrantes, incluso aquellas con miembros ciudadanos estadounidenses.
“Esto demuestra que los operativos agresivos también están ocurriendo aquí, en Houston, no solo en la frontera”, señaló un representante del grupo.
En semanas recientes, la organización ha exigido a las autoridades locales mayor supervisión sobre la cooperación entre la policía de Houston y ICE, alegando que la falta de transparencia pone en riesgo la seguridad de las comunidades inmigrantes.
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Un llamado por justicia
La familia Bazán pide que se investigue el operativo y que se garantice la liberación de Arnulfo Bazán, quien, según su hijo, fue detenido sin previo aviso durante una cita rutinaria en la corte migratoria.
La hija mayor de la familia expresó que el caso de su padre no es aislado y representa el miedo constante con el que viven muchas familias latinas en Texas, temiendo ser víctimas de redadas o detenciones arbitrarias.
“Queremos justicia no solo para mi familia, sino para todas las familias que viven con miedo. Esto no es lo que representa Estados Unidos”, declaró durante la conferencia de prensa.
Houston, epicentro del debate migratorio
Houston es hogar de más de 1.6 millones de inmigrantes, según el Pew Research Center, y una de las ciudades con mayor número de familias mixtas —hogares con miembros ciudadanos y otros sin estatus legal definido—.
Expertos locales señalan que casos como el de los Bazán podrían erosionar la confianza entre la comunidad latina y las autoridades locales, dificultando la cooperación en investigaciones y programas de seguridad pública.
En años recientes, la ciudad ha intentado fortalecer los canales de denuncia y mediación entre residentes y agencias federales, pero la falta de supervisión directa sobre ICE ha limitado el alcance de esas iniciativas.
Un contexto de tensión nacional
El operativo ocurre en medio de una política migratoria más estricta a nivel federal y estatal. En Texas, los esfuerzos por endurecer la colaboración entre agencias locales y federales han generado críticas por parte de activistas, quienes denuncian perfiles raciales y detenciones injustificadas.
Desde el regreso de políticas de control fronterizo y detenciones masivas, varias organizaciones —incluidas RAICES, FIEL Houston y Texas Organizing Project— han documentado un aumento de casos de abuso y uso excesivo de fuerza en operativos de inmigración.