El gusano barrenador avanza hacia Texas. Conoce cómo esta plaga podría afectar la ganadería local y qué medidas se están tomando para frenarla.
Una antigua amenaza para la industria ganadera ha comenzado a reaparecer en la región fronteriza con México: el gusano barrenador del ganado, una plaga que fue erradicada en Texas en los años 70, se encuentra ahora a menos de 400 millas de cruzar al estado. Autoridades estatales y federales ya están tomando medidas para evitar que esta especie parasitaria ponga en riesgo miles de millones de dólares en producción agropecuaria.
¿Qué es el gusano barrenador?
El gusano barrenador del ganado, conocido en inglés como New World Screwworm, es una especie de mosca cuyas larvas se alimentan del tejido vivo de animales con heridas abiertas. Este comportamiento provoca infecciones graves, sufrimiento en los animales e incluso su muerte si no se atiende a tiempo.
Durante décadas, este parásito causó graves pérdidas económicas para ganaderos en Texas y otros estados del sur. Gracias a un programa de erradicación liderado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), se logró eliminar su presencia mediante la liberación de millones de moscas macho estériles, que interrumpían el ciclo reproductivo de la especie. El programa logró empujar la plaga hacia el sur, estableciendo una barrera biológica en la frontera entre Panamá y Colombia.
Regreso inesperado: ¿por qué preocupa al estado?
En 2023, el gusano barrenador rompió esa barrera y comenzó a avanzar nuevamente hacia el norte. Desde entonces, ha recorrido más de 1,500 millas a través de México y se encuentra ya peligrosamente cerca de la frontera con Texas. Este avance ha encendido las alarmas en múltiples sectores de la industria agropecuaria del estado, especialmente en el Valle del Río Grande.
La preocupación es especialmente alta en regiones ganaderas del sur de Texas y en áreas dedicadas a la cría de ciervos cola blanca, una industria que también podría verse afectada si la plaga logra establecerse nuevamente.
Medidas para evitar el ingreso a Texas
Actualmente, solo existe una planta en todo el mundo capaz de producir las moscas estériles necesarias para contener al gusano barrenador. Esta limitación ha ralentizado los esfuerzos de control. Para enfrentar el riesgo, el USDA suspendió temporalmente las importaciones de ganado mexicano y está financiando la creación de una nueva instalación de dispersión de moscas estériles en la Base Aérea Moore, cerca de Edinburg, Texas.
Además, se están invirtiendo $21 millones en adaptar una planta productora de moscas de la fruta en el sur de México para que pueda producir más moscas estériles. Esta medida busca ampliar la capacidad de respuesta mientras se construyen nuevas instalaciones, un proceso que podría tardar hasta tres años.
Senadores texanos piden apoyo financiero
El senador John Cornyn ha solicitado apoyo del Congreso para financiar la construcción de una planta adicional. Se estima que el costo podría alcanzar los $300 millones, pero se considera una inversión necesaria para evitar el impacto económico mucho mayor que significaría un nuevo brote de gusano barrenador en Texas.
Acciones en coordinación local
El Comisionado de Agricultura de Texas, Sid Miller, anunció que su oficina colocará cebos especiales con feromonas (Swormlure-5) en trampas a lo largo del río Bravo para detectar cualquier presencia temprana del parásito. También se ha formado una coalición entre agencias estatales y organizaciones como Texas Parks and Wildlife, la Comisión de Salud Animal y la Asociación de Criadores de Ganado del Suroeste de Texas para coordinar esfuerzos de prevención y monitoreo.
El sitio web oficial de esta coalición, screwwormtx.org, ofrece información actualizada sobre la situación, recursos para ganaderos y reportes sobre avistamientos.
Houston también podría verse afectado
Aunque el gusano barrenador Texas ha sido históricamente un problema rural, el impacto de su reaparición podría sentirse en toda la economía estatal, incluyendo zonas urbanas como Houston. La ciudad cuenta con una importante red de distribución de productos cárnicos, y un brote de esta plaga podría afectar tanto el abasto como los precios de la carne.
Además, en el área metropolitana de Houston existen operaciones de cría de animales a menor escala, incluyendo ciervos y ganado para producción local, que también estarían en riesgo si la plaga se establece en el estado.