La nueva ordenanza limita la presencia de indigentes en Houston. Prohíbe acampar en banquetas 24/7 y busca ampliar alternativas de vivienda.
El Concejo Municipal de Houston aprobó esta semana una expansión de la ordenanza de “civismo” que prohíbe a personas sin hogar sentarse acostarse o dejar pertenencias en banquetas del centro y East Downtown las 24 horas del día. La medida, que antes aplicaba de 7 a.m. a 11 p.m. en 12 zonas de la ciudad, ahora será permanente en estas dos áreas clave.
Aunque las autoridades locales aseguran que el cambio forma parte de un plan piloto que busca una implementación gradual en toda la ciudad, defensores de personas sin hogar expresan preocupación por las posibles consecuencias para una de las poblaciones más vulnerables de Houston.
¿Qué implica la nueva ordenanza para indigentes en Houston?
La actualización de la llamada ordenanza de civismo convierte en una infracción menor de clase C (misdemeanor) el hecho de permanecer o dejar pertenencias en la banqueta, lo que puede conllevar multas de hasta 500 dólares. En el centro de Houston, donde se concentra una población estimada de 200 a 250 personas sin hogar, la aplicación de esta norma podría cambiar radicalmente el panorama urbano.
Desde las primeras horas del miércoles 16 de julio, algunos oficiales del Departamento de Policía de Houston comenzaron a pedir a personas en situación de calle que retiraran sus pertenencias de la vía pública, aunque no siempre había presencia de trabajadores sociales ni alternativas inmediatas de albergue.
Indigentes en Houston: enfoque en vivienda, pero con recursos limitados
La administración del alcalde John Whitmire aseguró que el objetivo final es conectar a las personas con soluciones de vivienda permanente. Para ello, la ciudad colabora con organizaciones como la Coalición para las Personas sin Hogar de Houston y el Condado Harris, con el fin de ofrecer camas transitorias, servicios de salud mental y rutas hacia vivienda estable.
Actualmente, la ciudad busca recaudar $70 millones para financiar este esfuerzo, incluyendo $20 millones de fondos privados. Hasta el momento, cuenta con aproximadamente $40 millones provenientes de fondos federales de recuperación por desastres.
Según Mike Nichols, director del departamento de vivienda de la ciudad, los recursos actuales alcanzan para atender a la población sin hogar del centro, pero aún no para expandir el programa a toda la ciudad.
“Este es un sistema en movimiento”, dijo Nichols. “Estamos trasladando a las personas del centro a opciones de vivienda disponibles”.
Indigentes en Houston: un problema complejo
La ciudad de Houston ha logrado reducir significativamente su población sin hogar en los últimos 15 años. De acuerdo con datos de la Coalición para las Personas sin Hogar, en 2011 había más de 8,400 personas sin vivienda en la región. En 2024, la cifra se redujo a cerca de 3,300, de las cuales 1,100 dormían en espacios públicos fuera de refugios.
Aun así, para personas como Lasonya Harris —quien lleva dos años durmiendo en el centro tras perder su empleo—, la nueva ordenanza representa una amenaza directa. Harris declaró que, si le prohíben permanecer en la banqueta, no sabe a dónde más podría ir.
“Si me quitan la banqueta, me voy al pasto o al agua. Ya no tengo opciones”, comentó.
La administración municipal indica que incluso en los casos en que se apliquen multas o arrestos, se intentará canalizar a las personas a través del tribunal especial para personas sin hogar, que prioriza el acceso a servicios por encima del castigo.
Críticas y propuestas alternativas para mejorar la situación de indigentes en Houston
Durante la sesión del concejo, la miembro Letitia Plummer impulsó una enmienda para asegurar la presencia de profesionales de salud mental y oficiales entrenados en intervención de crisis antes de aplicar sanciones. Aunque su propuesta fue aprobada por unanimidad, la medida solo “alienta” esta práctica y no la hace obligatoria.
Otros miembros del concejo, como Tarsha Jackson y Abbie Kamin, votaron en contra de la ordenanza. Jackson advirtió sobre los riesgos de criminalizar a personas vulnerables, mientras que Kamin pidió a la ciudad priorizar el enfoque de “vivienda primero” (housing-first) que Houston ha usado con éxito en el pasado.
“Eso es lo que ha funcionado en Houston: un abordaje compasivo e integral, persona por persona”, señaló Kamin.
Próximos pasos para la ciudad
Mientras la ciudad continúa aplicando esta política como programa piloto en el centro y East Downtown, el objetivo a largo plazo es expandir las restricciones a toda la ciudad. Sin embargo, tanto funcionarios como organizaciones reconocen que sin financiamiento suficiente, el enfoque de sanciones sin una red de apoyo robusta puede agravar la situación.
El reto principal será equilibrar el orden urbano con soluciones humanas y sostenibles que aborden las raíces del problema: la falta de vivienda, el desempleo, las enfermedades mentales y el acceso limitado a servicios básicos.