La comunidad inmigrante en Houston sigue creciendo y diversificándose, mientras nuevas políticas podrían impactar su futuro en Texas.
La comunidad inmigrante en Houston sigue creciendo y diversificándose, a pesar de un clima político cada vez más hostil. Nuevos datos del Buró del Censo de Estados Unidos revelan que más del 28% de la población de Harris County es inmigrante, con un aumento significativo en la presencia de hondureños, quienes podrían haber desplazado a los salvadoreños como el segundo grupo más numeroso de origen extranjero.
Según la Encuesta de la Comunidad Estadounidense (ACS, por sus siglas en inglés) publicada este 2025, Harris County albergaba a más de 1.4 millones de inmigrantes en 2024, lo que representa el 28.4% del total de residentes del condado. Esta cifra marca un crecimiento con respecto al 27.3% registrado el año anterior.
Una comunidad cada vez más diversa
Aunque los inmigrantes de origen mexicano siguen siendo mayoría —casi un tercio del total—, expertos aseguran que la composición demográfica del área metropolitana de Houston se ha vuelto notablemente más diversa durante la última década.
“Ha habido una diversificación clara. Si bien la comunidad mexicana sigue siendo dominante, otros grupos han ido ganando presencia”, explicó Valerie Lacarte, analista del Migration Policy Institute que ha estudiado las tendencias migratorias en Texas.
Entre esos grupos en crecimiento, destaca la comunidad hondureña, cuya población en el condado casi se ha triplicado desde 2010. Aunque los márgenes de error del censo impiden confirmar con total certeza que ya superen a los salvadoreños, todo indica que pronto podrían ocupar oficialmente el segundo lugar entre los inmigrantes del área.
Lacarte atribuye este cambio a factores regionales en Centroamérica, como la violencia, la inestabilidad política y las condiciones económicas. “La comunidad hondureña se está consolidando en Houston. Es un reflejo de lo que sucede en la región”, señaló.
Otros grupos latinoamericanos que figuran entre los más representativos son los salvadoreños, cubanos, guatemaltecos y venezolanos, quienes, junto a los mexicanos y hondureños, representan cerca del 60% de la población inmigrante del condado.
Más allá de América Latina
Aunque los latinos conforman la mayoría de los inmigrantes en Houston, también hay una fuerte presencia de comunidades no hispanas. Por ejemplo, los vietnamitas representan el grupo inmigrante no latino más grande, con aproximadamente el 5% de la población extranjera en Harris County.
Les siguen nigerianos, indios y chinos, completando el top 10 de grupos de inmigrantes. Además, miles de residentes provienen de otras decenas de países, aunque sus cifras específicas pueden variar debido al margen de error de las estimaciones del censo.
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Inmigrantes en riesgo por políticas federales
Este crecimiento y diversidad contrastan con el actual clima político en Estados Unidos. Las políticas migratorias del expresidente Donald Trump, que continúa siendo una figura influyente rumbo a 2026, podrían tener consecuencias directas para miles de familias inmigrantes en Houston.
Trump ha impulsado la eliminación de protecciones temporales contra la deportación para comunidades como la hondureña, cubana y venezolana, abriendo la puerta a posibles expulsiones masivas. Además, su administración expandió la política de remoción acelerada para incluir a cualquier persona que haya ingresado al país en los últimos dos años, lo que afecta directamente a muchos recién llegados.
“Las encuestas preliminares ya muestran una caída en la inmigración total”, advirtió Lacarte. “Y si bien la cifra general disminuye, algunas comunidades serán más golpeadas que otras”.
¿Podría Houston dejar de crecer?
La población inmigrante ha sido un motor clave del crecimiento en Houston y en Texas en general. Con tasas de natalidad a la baja y menos personas mudándose desde otros estados, la migración internacional se ha convertido en el principal factor de expansión demográfica.
Por eso, según expertos, si se restringe la inmigración, el impacto podría sentirse rápidamente a nivel local y estatal.
“El clima político representa un gran desafío para una población que ya se siente amenazada”, explicó Dan Potter, codirector del Houston Population Research Center en la Universidad Rice. “Sea por deportaciones o por migración voluntaria, podríamos ver una caída significativa en la población hispana”.
Potter advirtió que si esta tendencia se mantiene, Texas podría experimentar una disminución poblacional por primera vez en años, algo que no solo afectaría la demografía, sino también la economía, el sistema educativo y el desarrollo urbano del estado.
Una historia profundamente local
Para la comunidad hispana de Houston, esta realidad no es abstracta. Se vive en carne propia en escuelas, vecindarios y centros comunitarios. En lugares como Gulfton, Sharpstown o Pasadena, la diversidad de acentos, platillos y banderas es prueba viva del crisol cultural que representa la inmigración.
Y mientras los números del censo se analizan en oficinas gubernamentales y académicas, las personas detrás de las cifras enfrentan decisiones difíciles cada día: ¿Quedarse o regresar? ¿Hablar o guardar silencio? ¿Renovar documentos o vivir con miedo?
Este momento es clave para entender cómo evoluciona la comunidad inmigrante en Houston y qué impacto podrían tener las decisiones políticas en su futuro inmediato.