Cuando se trata de temas de salud cardiaca, es muy importante que todos estemos al día. Esto toma más relevancia si padecemos de alta presión, enfermedades del corazón y si no padecemos esto, pero alguien en nuestra familia o entorno. Hay que conocer sobre el tema.
La asociación Americana del Corazón, ha informado recientemente que, las personas que participan en programas de rehabilitación cardíaca después de haber sufrido un evento cardíaco importante mejoran su calidad de vida y salud cardiovascular a largo plazo.
Sin embargo, hay diferencias significativas en el acceso, la participación y los resultados de la rehabilitación cardíaca para las mujeres en comparación con los hombres. Es por eso que las mujeres deben poner énfasis e informarse sobre el acceso a estos programas y servicios.
La rehabilitación cardíaca es una intervención comprobada que mejora la salud cardiovascular y proporciona beneficios como una reducción en las tasas de reingreso hospitalario, menores tasas de mortalidad y una mejor la calidad de vida.
Los programas de rehabilitación cardíaca suelen incluir ejercicios aeróbicos y entrenamiento de fuerza, asesoramiento nutricional, control del peso y gestión de los factores de riesgo de ECV.
Las personas que participan en rehabilitación cardíaca experimentan mejoras en los factores de riesgo de ECV, incluidas tasas más altas de éxito en dejar el tabaco y mayores reducciones en los niveles de presión arterial y colesterol, así como mejoras en los niveles de glucosa en ayunas. Las mujeres que participan en programas de rehabilitación cardíaca tienen una mayor reducción de la mortalidad en comparación con los hombres.
A pesar de la eficacia de la rehabilitación cardíaca, las mujeres están subrepresentadas en estos programas. Las mujeres tienen menos probabilidades de que las deriven a rehabilitación cardíaca y, de acuerdo con un estudio, las tasas de derivación a rehabilitación cardíaca varían entre los adultos de diferentes grupos raciales y étnicos, un 48% para las mujeres de raza blanca, un 34% para las mujeres de raza negra y un 15% para las mujeres hispanas.
En general, las tasas de inscripción de las mujeres son un 36% más bajas que las de los hombres. Las mujeres que se inscriben en rehabilitación cardíaca tienden a ser de edad más avanzada y presentan más afecciones concomitantes, como presión arterial alta, colesterol alto, diabetes tipo 2 u obesidad, en comparación con los hombres.
Las mujeres también se ven afectadas por factores individuales y sociales que determinan su capacidad de participar en programas de rehabilitación cardíaca o completarlos, como responsabilidades de cuidado, dificultades con los medios de transporte, conflictos de programación, limitaciones económicas – incluida la falta de un seguro de salud – y apoyo social limitado. Las mujeres de grupos raciales o étnicos subrepresentados tienden a mencionar con mayor frecuencia los costos, como copagos elevados o costos de transporte, como un obstáculo en la rehabilitación cardíaca en comparación con las mujeres de raza blanca.
Las mujeres con antecedentes de cáncer de mama o cáncer ginecológico a menudo tienen un riesgo elevado de ECV, y ciertos tratamientos contra el cáncer tienen efectos cardiovasculares adversos que aumentan el riesgo de ECV durante el tratamiento y después de este.
Así que, escuchemos a los expertos, busquemos ayuda. Sobre todo las mujeres, porque cuidar su salud es también parte muy importante.
Recordemos que todo comienza por la información y si conocemos las opciones que hay, es más fácil cuidarnos.
¿Usted qué opina?