NASA suspendió a más de 15,000 empleados, incluido personal en Houston, por el cierre de gobierno. La EEI y Artemis siguen activos.
El cierre parcial del gobierno federal iniciado el 1 de octubre ya tuvo consecuencias inmediatas en la NASA: más de 15,000 empleados federales fueron enviados a casa sin trabajar, lo que representa el 83% de su plantilla. La medida afecta de forma particular a Houston, donde el Centro Espacial Johnson, sede de las operaciones de la Estación Espacial Internacional (EEI), concentra a miles de trabajadores y contratistas.
Según el plan de contingencia enviado a la Oficina de Administración y Presupuesto, solo permanecen activos aquellos clasificados como “esenciales para proteger la vida y la propiedad”. Esto significa que la NASA mantendrá en funcionamiento la operación de la EEI y el programa Artemis, que busca llevar astronautas de regreso a la Luna en los próximos años.
Qué significa para Houston
El Centro Espacial Johnson empleó en 2023 cerca de 3,000 trabajadores federales de tiempo completo en Texas, sin contar a los contratistas que colaboran en proyectos de exploración espacial, investigación y desarrollo tecnológico. Con la suspensión de actividades, gran parte de esas labores quedan en pausa.
Para la comunidad de Houston, donde miles de familias dependen de la NASA directa o indirectamente, el impacto económico puede sentirse de inmediato. Vendedores de alimentos, servicios de limpieza, transporte y comercios cercanos al centro espacial verán reducidos sus ingresos mientras los trabajadores permanezcan en licencia forzada.
Aunque los empleados federales recibirán su pago retroactivo una vez que termine el cierre de gobierno, los contratistas solo continuarán trabajando si su proyecto está dentro de las exenciones o no depende de instalaciones cerradas. Esto deja a muchos en incertidumbre laboral.
Qué funciones siguen activas
El documento oficial de NASA detalla que el control de la Estación Espacial Internacional es intocable: diariamente, unos 1,000 comandos son preparados y enviados desde Houston para garantizar condiciones seguras para la tripulación en órbita.
También seguirá en marcha el programa Artemis, considerado estratégico en la competencia espacial con China. La agencia planea un vuelo tripulado alrededor de la Luna para principios de 2026, y detener la preparación sería un riesgo para la agenda espacial de Estados Unidos.
En Houston, algunas operaciones básicas se mantienen: servicios de cafetería, gimnasio y logística mínima para el personal esencial. Sin embargo, programas educativos, actividades de divulgación y proyectos de investigación que no sean considerados críticos están suspendidos.
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Impacto en la comunidad local
La NASA no es solo un centro científico; es un motor económico y cultural para Houston. Space Center Houston, el museo y centro de visitantes, permanecerá abierto, aunque suspenderá los recorridos VIP con acceso exclusivo a las instalaciones.
Esto es relevante para la economía turística local: el centro recibe más de un millón de visitantes cada año, muchos de ellos hispanos de Houston y del área metropolitana. La continuidad de sus operaciones ayudará a mitigar el impacto, pero la suspensión de actividades especiales reducirá ingresos.
La región de Clear Lake, donde se ubica el Johnson Space Center, depende fuertemente de la actividad laboral y educativa vinculada a la NASA. Escuelas, universidades y programas comunitarios podrían ver retrasos en colaboraciones y becas si el cierre se prolonga.
Antecedentes y contexto nacional
Los cierres de gobierno en EE.UU. ocurren cuando el Congreso no aprueba el presupuesto federal a tiempo. En este caso, el desacuerdo político provocó la suspensión de varias agencias, afectando a cientos de miles de empleados.
La NASA ya ha enfrentado situaciones similares en cierres anteriores, pero la diferencia ahora es la magnitud de proyectos en marcha: la competencia internacional por el regreso a la Luna y la gestión continua de la EEI hacen que incluso una pausa parcial genere preocupación.
En Houston, donde la NASA ha tenido presencia desde 1961, la comunidad hispana representa un porcentaje creciente de su fuerza laboral y de los negocios que dependen de la agencia. El cierre resalta la vulnerabilidad de familias que viven al día con contratos y servicios vinculados al centro espacial.
Lo que viene
Aunque la duración del cierre aún es incierta, se espera que las negociaciones en Washington determinen pronto si los trabajadores pueden regresar. Mientras tanto, la NASA asegura que continuará enfocándose en sus funciones críticas, pero advierte que retrasos prolongados podrían afectar cronogramas de lanzamientos, investigación científica y colaboración con empresas privadas del sector espacial.
Para Houston, la pregunta es cuánto tiempo puede resistir la economía local sin la actividad plena de uno de sus mayores empleadores federales.