Estudiantes y docentes de la Universidad de Buenos Aires (UBA) protestan con clases públicas en la calle y abrazos simbólicos a edificios en repudio del drástico ajuste del gobierno, que puede provocar el cierre de la institución en dos o tres meses, alertaron sus autoridades el jueves.
El presidente Javier Milei no actualizó el presupuesto de la universidad, que funciona con los fondos de 2023 en momentos en que el país padece un 288 por ciento de inflación interanual.
“Si la situación no cambia, en dos o tres meses la UBA podría cerrar”, dijo en conferencia de prensa Ricardo Gelpi, rector de la universidad, que es la más importante del país con más de 300 mil alumnos.
“Esta situación no la vivimos nunca antes en los últimos 40 años de democracia”, señaló Gelpi.
“Llegamos a un punto de extrema gravedad, en el que se ve comprometido el futuro de cientos de miles de argentinos y argentinas”, agregó, mientras se organizan más protestas.
La UBA, se declaró en “emergencia presupuestaria”, restringe el uso de electricidad y gas, y sus aulas y pasillos están en penumbras, sin aire acondicionado ni calefacción y con sus ascensores reservados para personas con discapacidad.