Una fuga química en Houston, en Freeport, liberó 10,000 libras de cloro. El incidente pone en alerta a las comunidades cercanas y reabre el debate sobre la seguridad industrial en la región.
Un incidente químico en la planta industrial de Freeport, al sur de Houston, encendió las alarmas esta semana cuando se liberaron más de 10,000 libras de cloro en tan solo 48 minutos. La fuga obligó a las autoridades a emitir una orden de “shelter-in-place” para las ciudades de Clute y Lake Jackson, situadas a menos de 60 millas del área metropolitana de Houston.
La fuga química en Houston comenzó alrededor de las 8:15 a. m. y se logró detener poco después de las 9:03 a. m., según un reporte de la Comisión de Calidad Ambiental de Texas (TCEQ). Durante ese lapso, las sirenas del sistema de alerta comunitario CAER comenzaron a sonar, indicando un nivel 3 de liberación de cloro, lo que significa que el gas había salido de las instalaciones.
Impacto en la comunidad y los trabajadores
Cuatro trabajadores fueron hospitalizados tras haber estado expuestos al cloro durante el incidente. Según el sindicato International Union of Operating Engineers, uno de ellos —un hombre de unos 60 años con décadas de experiencia en la planta— continúa recibiendo atención médica. Los otros tres ya fueron dados de alta.
El sindicato hizo un llamado a reforzar la seguridad en plantas industriales, destacando que este tipo de fuga química en Houston puede tener consecuencias graves si no se cuenta con el personal capacitado y los protocolos adecuados.
Mientras tanto, residentes como José Torres, quien circulaba por la zona en su camioneta, describieron un olor “intenso y penetrante”. “Al principio pensé que venía de una alberca”, dijo Torres. “Pero olía muy, muy mal”.
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Reacción oficial y medidas de emergencia
La empresa Olin Corporation, responsable de la planta donde ocurrió el incidente, aseguró que la fuga ya fue controlada. En un comunicado, la compañía afirmó que todos los empleados fueron contabilizados y que se está realizando un análisis detallado para identificar la causa exacta del escape de cloro.
Los equipos de emergencia del sitio actuaron de inmediato, y aunque la orden de resguardo fue levantada unas horas después, las autoridades recomendaron a los residentes cercanos mantener cerradas puertas y ventanas, y apagar aires acondicionados durante la contingencia.
Las escuelas del Brazosport Independent School District también emitieron una orden de resguardo hasta recibir la señal de “todo claro”.
Expertos advierten sobre riesgos continuos
Aunque no se ha determinado la causa del incidente, expertos como Ramanan Krishnamoorti, vicepresidente de Energía e Innovación de la Universidad de Houston, señalaron que este tipo de incidentes pueden deberse a errores humanos o fallas en el equipo. “El cloro, como muchos otros químicos, puede escapar en tres puntos críticos: durante su fabricación, almacenamiento o transporte”, explicó Krishnamoorti.
Este evento revive preocupaciones sobre la seguridad industrial en la región, especialmente en el corredor químico que conecta Freeport con Houston. En los últimos años, el área ha sido escenario de múltiples accidentes similares, lo que ha generado presión sobre empresas y autoridades para reforzar sus protocolos.
Lecciones para Houston y comunidades vecinas
La reciente fuga química en Houston pone en evidencia la necesidad de vigilancia constante sobre las plantas químicas que operan cerca de zonas habitadas. Aunque el incidente no ocurrió dentro de los límites de la ciudad, su proximidad y posible afectación a comunidades del área metropolitana subrayan el riesgo latente.
Además del riesgo para la salud, este tipo de incidentes afecta la vida cotidiana, el sistema escolar y la confianza pública. En esta ocasión, la respuesta oportuna de los servicios de emergencia logró controlar la situación sin víctimas fatales, pero la comunidad exige transparencia y mejoras en la prevención.