La inundación del río Guadalupe causa 90 muertes en Texas Hill Country. Conoce los detalles, historias y la respuesta en Houston.
Blair y Brooke Harber tenían 13 y 11 años. Fueron halladas tomadas de la mano, con sus rosarios aún colgando del cuello, a orillas del devastado río Guadalupe. Su historia, como la de muchas otras familias, es un reflejo del dolor que dejó la inundación del río Guadalupe, una de las más letales en la historia reciente del estado.
La inundación del río Guadalupe, provocado por lluvias torrenciales durante la madrugada del 4 de julio, ha dejado hasta el momento 90 personas muertas, entre ellas al menos 28 menores de edad, según confirmaron autoridades regionales. Más de una decena de personas continúan desaparecidas y las labores de búsqueda continúan, aunque amenazadas por nuevas tormentas.
Una tormenta que nadie esperaba
El desastre comenzó entre la 1:00 y las 4:30 a.m. del viernes, cuando bandas de tormentas —alimentadas por la humedad de los remanentes tropicales de Barry y Flossie— descargaron cerca de 10 pulgadas de lluvia en pocas horas sobre el condado de Kerr. En ese lapso, el nivel del río Guadalupe pasó de 7 a casi 30 pies de altura, una crecida repentina que tomó por sorpresa a residentes, visitantes y autoridades.
“Esto no fue una simple inundación”, explicó el gobernador Greg Abbott. “Lo que pasó fue una pared de agua que arrasó con todo a su paso.”
El fenómeno, conocido como training storms, ocurre cuando varias células de tormenta se desplazan sobre la misma zona repetidamente, saturando el suelo y desbordando ríos con rapidez.
Camp Mystic: tragedia en un campamento de verano
El epicentro humano de la tragedia fue Camp Mystic, un tradicional campamento cristiano para niñas a orillas del río Guadalupe. Allí, más de 750 menores se encontraban disfrutando del verano cuando la corriente los sorprendió mientras dormían.
Al menos 10 niñas del campamento han muerto y 11 menores y una consejera siguen desaparecidas. Entre los fallecidos se encuentra el director del campamento, Richard “Dick” Eastland, quien según testigos murió intentando rescatar a las niñas del pabellón “Bubble Inn”, ubicado a solo 150 metros del río.
Su cuerpo fue hallado cerca de su camioneta, junto a otras víctimas. “Su último acto fue de sacrificio y amor por las niñas que cuidaba”, escribió su sobrina en redes sociales.
El horror en cifras
El condado de Kerr ha registrado 59 de las 70 muertes totales. Le siguen Travis, Burnet, Kendall, Williamson y Tom Green. En total: 70 fallecidos, decenas de desaparecidos y miles de vidas marcadas para siempre.
El sheriff Larry Leitha dijo que más de 600 rescatistas, con apoyo aéreo, fluvial y canino, están desplegados en la región. Pero las labores se complican por la inestabilidad del clima y el terreno lodoso. Johnson Creek, uno de los brazos del río, tuvo que ser evacuado por completo tras nuevas alertas de crecida.
“Tenemos todos los recursos, pero esto es una lucha contra el tiempo y contra la naturaleza”, declaró Leitha.
Houston también llora la inundación del rio Guadalupe
Aunque el desastre ocurrió en el centro del estado, Houston ha sentido la pérdida de cerca. Varias familias de la ciudad tenían a sus hijas en Camp Mystic, entre ellas Greta Toranzo, estudiante de la primaria Sinclair, quien aún está desaparecida.
Más de 200 personas se reunieron en una vigilia para orar por ella. “Era una niña brillante, dulce, llena de vida”, dijo uno de sus profesores entre lágrimas.
Otro de los fallecidos es Jeff Wilson, profesor de tecnología en Humble ISD y ex jinete de rodeo. Viajó con su esposa y su hijo a un evento en el área. Él fue encontrado sin vida. Su esposa Amber y su hijo Shiloh siguen desaparecidos.
Fallas en las alertas y promesas de revisión
Aunque se emitieron alertas de inundación desde el 3 de julio, y una emergencia crítica a las 4:03 a.m., muchos residentes no escucharon los avisos. Algunos tenían el celular en silencio; otros simplemente no sabían el peligro que representaba esa lluvia.
“El problema es que la gente aquí está acostumbrada a las inundaciones… pero nadie imaginó una pared de agua de casi 30 pies”, admitió el gobernador Abbott.
Las autoridades locales han evitado señalar responsables, pero han prometido una revisión profunda del sistema de notificaciones. “Ahora no es momento de especular. Nuestra prioridad es encontrar a todos los desaparecidos y acompañar a los dolientes”, dijo el administrador de Kerrville, Dalton Rice.