El Papa Francisco murió a los 88 años tras una enfermedad. Fue el primer papa latinoamericano y será recordado por su humildad, su amor por los pobres y su lucha por la paz.
Este 21 de abril de 2025, el mundo amaneció con una noticia que marca un antes y un después en la historia de la Iglesia Católica: murió el Papa Francisco a los 88 años, tras varios meses luchando contra una enfermedad respiratoria. El Vaticano confirmó su fallecimiento desde Roma, y desde ese momento, miles de fieles comenzaron a reunirse en plazas, templos e iglesias para rendirle homenaje.
La tristeza se siente en los corazones de millones. No solo ha muerto un líder religioso, sino un símbolo de humildad, valentía y compasión. Un papa que rompió moldes, que se bajó del trono del Vaticano para caminar junto al pueblo.
¿Quién fue el Papa Francisco?
Nacido como Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, Argentina, el 17 de diciembre de 1936, fue hijo de inmigrantes italianos. Desde joven sintió un profundo llamado a servir a los demás. Ingresó a la Compañía de Jesús, también conocida como los jesuitas, y fue ordenado sacerdote en 1969.
Se destacó como una figura firme pero sencilla, comprometida con los más vulnerables. Fue arzobispo de Buenos Aires, donde se le conocía por viajar en transporte público, vivir en un apartamento pequeño y rechazar lujos. Su vida ya era un mensaje antes de ser elegido papa.
El 13 de marzo de 2013, tras la histórica renuncia de Benedicto XVI, Bergoglio fue elegido como el nuevo líder de la Iglesia Católica. Fue el primer papa jesuita, el primero de América Latina, y el primero en llevar el nombre de Francisco, inspirado en San Francisco de Asís, patrono de los pobres y la paz.
Un pontificado histórico
Francisco llegó al papado en un momento difícil para la Iglesia, con escándalos y una fuerte desconexión con la gente. Pero su forma de ser cambió todo desde el primer momento. Rechazó vivir en el palacio apostólico y prefirió una residencia más sencilla. Usaba zapatos negros comunes, un anillo modesto y hablaba con todos, desde líderes mundiales hasta personas sin hogar.
Durante más de 12 años como papa, su mensaje se enfocó en temas fundamentales como:
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La pobreza: Siempre pidió una “Iglesia pobre para los pobres”, visitó barrios marginales, campos de refugiados y hospitales en países en guerra.
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El medio ambiente: En 2015 publicó la encíclica Laudato si’, una llamada urgente a cuidar la Tierra, la casa común de todos.
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La migración: Defendió a los migrantes y denunció las políticas que separan familias o construyen muros.
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La paz: Viajó a zonas en conflicto, como Irak, Palestina, Sudán del Sur y Ucrania, promoviendo siempre el diálogo y el perdón.
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La inclusión: Aunque fiel a la doctrina católica, mostró apertura y compasión hacia las personas LGBTQ+, los divorciados vueltos a casar y quienes se habían alejado de la fe.
Uno de los momentos más poderosos de su papado ocurrió en marzo de 2020, durante la pandemia de COVID-19. En una Plaza de San Pedro vacía bajo la lluvia, oró solo por el mundo, un acto que conmovió a millones.
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Un mensaje que tocó el corazón del mundo
Francisco no fue solo un líder religioso. Fue un pastor con los pies en la tierra, que no tenía miedo de hablar de los temas difíciles. Pidió perdón por los abusos dentro de la Iglesia, condenó el clericalismo, y defendió la igualdad de género en muchos espacios, aunque sin aprobar el sacerdocio femenino.
Hablaba en un lenguaje claro, sencillo, que incluso personas alejadas de la religión podían entender. En sus mensajes no usaba frases rebuscadas, sino palabras humanas, cercanas, como cuando dijo: “¿Quién soy yo para juzgar?”, refiriéndose a personas homosexuales.
Viajar fue parte central de su misión. Visitó más de 50 países, y en cada lugar dejó un mensaje de esperanza. Estuvo en lugares golpeados por la guerra, la pobreza o la injusticia, y nunca dejó de insistir en la necesidad de construir un mundo más justo, más fraterno.
¿Dónde será enterrado el Papa Francisco?
Sus restos serán sepultados en la Basílica de Santa María La Mayor en Roma, también conocida como Santa María del Pesebre, junto a otros siete papas. Fue él mismo quien expresó en vida su deseo de ser enterrado ahí, en un lugar mariano, sencillo, lleno de historia.
Esa decisión refleja su humildad hasta el final. No pidió ser sepultado en San Pedro, como otros pontífices, sino en un templo que simboliza la ternura de la Virgen María.
¿Qué sigue para la Iglesia Católica tras la muerte del Papa Francisco?
Con la muerte del Papa Francisco, comienza un nuevo capítulo en la Iglesia. En los próximos días se convocará al Cónclave, una reunión de cardenales de todo el mundo en la Capilla Sixtina, para elegir al nuevo papa. Hasta entonces, la Iglesia será dirigida por el Camarlengo, encargado de los asuntos administrativos del Vaticano.
El mundo observa con atención. Quien sea elegido tendrá ante sí el reto de continuar el camino que Francisco abrió: una Iglesia más cercana, más humana y con los ojos puestos en los que más sufren.
El Papa Francisco: un legado que vivirá por generaciones
El Papa Francisco no solo será recordado por sus gestos simbólicos o sus viajes. Su verdadero legado es espiritual, social y humano. Dejó una Iglesia que, aunque sigue enfrentando desafíos, está más abierta al diálogo, más comprometida con la justicia social y más consciente de su papel en el mundo moderno.
Su vida fue una muestra de que la fe no está separada del dolor de la gente, que se puede ser líder sin olvidar la humildad, y que el amor puede vencer al odio.
Hoy, mientras las campanas suenan en iglesias de todo el mundo, el corazón de millones late con gratitud por un papa que se convirtió en un faro de esperanza para creyentes y no creyentes.