Con la coronación del Rey Carlos III tan cerca a realizarse el próximo 6 de mayo, muchos se alistan para ver este evento, aunque sea por televisión o plataformas digitales, algo que no sucede en Inglaterra desde hace 70 años, cuando su madre, la Reina Isabel II fue coronada en 1953.
Todo lo que se habla de esto es noticia, mucha gente está emocionada por este suceso, mientras otros siguen en contra de tener una monarquía.
Lo que sí es seguro es que la coronación se realizará sin falta el día y a la hora indicada.
Otro de los temas donde la gente tiene muchas opiniones y sentimientos encontrados, es la nueva reina, Camila.
Antes de morir, Isabel II dijo que Camila sería la reina consorte del nuevo monarca, pero al parecer, Carlos quiere complacer a quien ha sido el amor de su vida y le ha dado el título de reina.
Consorte quiere decir que la reina consorte o el rey consorte no podrán asumir funciones constitucionales, salvo lo dispuesto para la Regencia.
Así que veremos cuál y cómo se desarrolla el nuevo papel de quien fuera la eterna amante de Carlos, mientras este estaba casado con Diana de Gales.
Esta historia es bien sabida, la misma Princesa Diana en su tiempo declaró que su matrimonio era “de tres”, pues afirmó que Carlos nunca dejó de ver a Camila Parker-Bowles mientras el mundo pensaba que los príncipes tenían un matrimonio perfecto.
Tuvo que morir Diana, para que Camila y Carlos pudieran oficializar su amor ante la Iglesia Anglicana y la institución de la Corona de Inglaterra y toda su mancomunidad.
Claro, esta boda tuvo que ser también aprobada por la entonces Reina Isabel II, quien poco a poco fue dando su brazo a torcer ante la situación de Carlos y Camila.
Si hubiésemos vivido unos siglos atrás, esta historia nos recordaría a lo sucedido con el rey Enrique VIII cuando decidió casarse con Ana Bolena.
Cuando Enrique VIII, ordenó la separación de la Iglesia Católica y creó la Iglesia Anglicana para que se pudiera invalidar su matrimonio con la reina Catalina de Aragón y así poder casarse con Ana Bolena.
Aunque la situación es completamente diferente y las medidas tal vez no sean tan drásticas, vemos que al igual que Enrique VIII, Carlos II hará lo que sea por mantener feliz a su esposa, la próximamente Reina Camila.
Solo el tiempo dirá cómo se desarrolla la estancia de Camila al lado de su esposo en el trono británico.
De lo que sí estamos seguros es que antes, durante y después de la coronación, cada cosa que Parker-Bowles haga será noticia.
Tal ejemplo son los supuestos arreglitos estéticos que se hizo previo a su coronación, para lucir más joven ahora que será la soberana de un país que en su tiempo la señaló y la condenó por ser la manzana de la discordia entre quienes serían los futuros reyes.
En esta ocasión veremos cómo el pueblo británico ha perdonado a esta pareja y saldrá a las calles a ser testigos de este evento que no tiene precedentes para las nuevas generaciones. Quienes por siete décadas no han visto tal evento.
Así que este 6 de mayo quienes estamos lejos de ese país, nos pondremos a ver por medio de la pantalla la coronación de un monarca, que no sabemos cuándo seremos testigos de otra.
¿Usted qué opina?
