El año ha pasado rápidamente frente a nosotros y una vez más llegamos a la época para cambiar el horario. Ahora, ya nos cambiamos al horario de invierno, por los siguientes meses estaremos siguiéndolo. Venimos a aprovechar gran parte del día, viendo los anocheceres llegar hasta eso de las ocho de la noche.
Durante este tiempo veremos la noche, llegar desde muy tempranas horas de la tarde, serán las seis de la tarde y ya estará de noche.
Para empezar, tenemos que acomodarnos en este nuevo horario y hacer el cambio este 2 de noviembre. Afortunadamente, los celulares y computadoras más modernos hacen el cambio automáticamente, pero sí tenemos que fijarnos en otros relojes para hacerlo de forma manual. Hay que estar a tiempo.
Si vamos a un poco de la historia de los cambios de hora en EE. UU. comenzó con la Ley de Horario Estándar de 1918, que promulgó el horario de verano (DST) durante la Primera Guerra Mundial para ahorrar combustible, aunque fue derogado al año siguiente.
El DST se restableció a nivel nacional durante la Segunda Guerra Mundial como «Horario de Guerra» de 1942 a 1945.
La Ley de Horario Uniforme de 1966 creó el primer sistema nacional de DST, estandarizando las fechas, pero permitiendo a los estados optar por no aplicarlo.
El horario actual, que comienza el segundo domingo de marzo y termina el primer domingo de noviembre, fue establecido por la Ley de Política Energética de 2005.
De acuerdo con expertos, los principales beneficios del cambio de horario, en concreto el horario de verano (DST), incluyen el ahorro energético al reducir la necesidad de iluminación artificial por la noche, el impulso económico gracias al aumento del comercio minorista y la recreación, y una mayor seguridad gracias a la mayor cantidad de luz natural durante las horas punta de la tarde y la reducción de la delincuencia.
Quienes lo apoyan también citan beneficios como más tiempo para actividades de ocio al aire libre, lo que puede mejorar el estado de ánimo, la salud física y la productividad.
Entre los beneficios económicos y recreativos, se dice que fomenta el comercio minorista y la recreación. Las horas de luz diurna más largas animan a la gente a comprar, salir a cenar y participar en actividades recreativas como el golf después del trabajo, lo que puede impulsar las ventas y las industrias relacionadas.
Promueve la actividad al aire libre porque al tener más luz natural por las noches, permite más tiempo para pasatiempos al aire libre y ejercicio, lo que puede mejorar el bienestar general.
En cuanto a los beneficios de seguridad, se dice que reduce los accidentes de tráfico. Los estudios demuestran que una mayor luz natural durante el trayecto nocturno al trabajo puede reducir los accidentes automovilísticos.
Dicen que también disminuye la delincuencia. La luz natural adicional por la noche puede reducir ciertos tipos de delitos, como robos y asaltos, ya que facilita la visión en los espacios públicos y los hace más visibles para posibles testigos.
También mejora el estado de ánimo porque la exposición a más luz solar natural se ha relacionado con un mejor estado de ánimo y puede ayudar a combatir el trastorno afectivo estacional. La luz natural en el lugar de trabajo puede aumentar la productividad y reducir la somnolencia.
Así que, hay que acoplarnos a este nuevo horario temporal y disfrutar de esta época del año.
¿Usted qué opina?