Washington. El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (DHS) anunció que tuvo un año de logros récord de más de 2.5 millones de inmigrantes ilegales que abandonaron los Estados Unidos.
Desde el 20 de enero de 2025, las operaciones de control del DHS han resultado en más de 605 mil deportaciones. El DHS ha priorizado la expulsión de los inmigrantes ilegales más delincuentes como parte de los esfuerzos de la Administración Trump para restablecer el orden público en Estados Unidos.
Además, gracias a los esfuerzos integrales de las fuerzas del orden del DHS, 1.9 millones de inmigrantes ilegales se han autodeportado voluntariamente desde enero de 2025. «Animamos a todos los inmigrantes ilegales a usar la aplicación CBP Home para obtener un vuelo gratis a casa para Navidad y 1 mil dólares», señaló DHS en un boletín de prensa.
“La Administración Trump está rompiendo récords históricos con más de 2.5 millones de inmigrantes indocumentados que abandonan Estados Unidos. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha deportado a más de 605 mil y otros 1.9 millones se han autodeportado. Desde el 20 de enero, el DHS ha arrestado a más de 595 mil inmigrantes indocumentados”, declaró la subsecretaria Tricia McLaughlin. “Los inmigrantes indocumentados están escuchando nuestro mensaje de que se vayan ya. Saben que si no lo hacen, los encontraremos, los arrestaremos y nunca regresarán”.
Tom Homan, encargado de la política fronteriza de la administración del presidente Donald Trump, conocido como el zar de la frontera, aseguró que superó las 600 mil deportaciones durante el año.
En conferencia de prensa junto al comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, Rodney S. Scott, frente al muro fronterizo entre San Diego y Tijuana (México), el zar defendió los resultados del gobierno en inmigración y calificó la frontera como la “más segura de la historia” de esa nación.
Homan criticó duramente las jurisdicciones diseñadas para proteger a inmigrantes, conocidas como “leyes santuario”, que entorpecen las labores de los agentes.
«Las ciudades santuario nos ralentizan… son menos eficientes y son peligrosas”, dijo.
Además, pidió a los inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos que “se vayan a casa”.
«Salga del país por su cuenta e intente regresar a través de un programa legal, porque de lo contrario tendremos que buscarlo, encontrarlo y deportarlo».