Iowa.- Las palabras fueron apenas un paréntesis, pero bastaron para transformar una tensa reunión pública en Butler en un episodio nacional: “Bueno, todos vamos a morir”, respondió la senadora republicana Joni Ernst cuando un manifestante le advirtió que los recortes propuestos a Medicaid y al programa de cupones de alimentos (SNAP) “van a matar a la gente”.
Así se da el debate sobre la reforma presupuestaria que impulsa el Partido Republicano y que podría dejar hasta 10 millones de estadunidenses sin cobertura de salud.
Ernst llegó al pequeño condado agrícola para defender el paquete de reconciliación aprobado en la Cámara, que endurece requisitos de trabajo para algunos beneficiarios y recorta pagos a personas “no elegibles”, especialmente migrantes en situación irregular.
Cuando explicó que la meta es “centrarse en los más vulnerables”, una voz desde las gradas lanzó: “La gente va a morir”. Ernst, sin titubeo, replicó: “Bueno, todos vamos a morir”.