Organizaciones civiles se preparan para impugnar la ley que exige mostrar los Diez Mandamientos en escuelas públicas de Texas.
Una coalición de organizaciones defensoras de las libertades civiles, incluyendo la ACLU y Americans United for Separation of Church and State, planea presentar una demanda contra el estado de Texas por la nueva ley que exige exhibir los Diez Mandamientos en todas las aulas de escuelas públicas. Esta legislación, conocida como el Senado Bill 10 (SB 10), fue firmada por el gobernador Greg Abbott días después de que un tribunal federal declarara inconstitucional una ley similar en Louisiana.
La medida ha generado preocupación entre diversos sectores, especialmente porque se considera que vulnera la Cláusula de Establecimiento de la Primera Enmienda de la Constitución de EE. UU., la cual prohíbe que el gobierno favorezca una religión sobre otra.
Controversia en torno a los Diez Mandamientos en Texas
Los defensores de SB 10 argumentan que los Diez Mandamientos son una base histórica de las leyes estadounidenses y, por ello, deberían estar presentes en el entorno educativo. No obstante, las organizaciones demandantes sostienen que esta imposición religiosa representa una forma de adoctrinamiento inconstitucional, especialmente para estudiantes que no profesan creencias cristianas.
Rachel Laser, presidenta de Americans United, subrayó que el enfoque del gobierno estatal interfiere con la libertad religiosa al imponer una versión específica –y protestante– de los Diez Mandamientos. “Es un cambio radical en nuestra democracia permitir que las escuelas públicas favorezcan un conjunto particular de creencias religiosas”, indicó.
Texas había apoyado anteriormente la ley de Louisiana, enviando incluso un escrito de amicus curiae ante el tribunal. Sin embargo, la reciente decisión del Quinto Circuito de Apelaciones, con sede en Nueva Orleans, puso en duda la constitucionalidad de estas medidas.
Posibles implicaciones para estudiantes en Houston
En distritos escolares de Houston, esta ley podría obligar a miles de aulas a colocar carteles con los Diez Mandamientos, lo que podría generar conflictos entre estudiantes de distintas creencias. Las organizaciones demandantes alertan sobre el riesgo de discriminación o aislamiento hacia alumnos que no comparten esas doctrinas religiosas.
Laser recordó que los estudiantes son audiencias cautivas en el entorno escolar: “Están obligados a asistir a clases y son particularmente susceptibles a la presión de grupo, especialmente si se sienten fuera de lugar por motivos religiosos”.
Segundo proyecto de ley bajo revisión: SB 11
Además de SB 10, los grupos también analizan legalmente otro proyecto de ley recientemente aprobado en Texas, el SB 11. Este permite a las escuelas establecer tiempos para la oración o lectura de textos religiosos, siempre y cuando los participantes cuenten con autorización previa de padres o tutores. La ley prohíbe el uso de sistemas de altavoz y establece que estas actividades no deben interferir con el horario de clases.
El representante estatal David Spiller, impulsor del proyecto, defendió la norma afirmando que su diseño fue creado para resistir impugnaciones legales: “La participación es completamente voluntaria y puede limitarse a zonas o momentos específicos”.
El debate constitucional sigue vivo
Aunque la ley aún no ha sido implementada en todo el estado, el impacto en comunidades como Houston será significativo si se mantiene vigente. Las escuelas deberán adaptar sus espacios y políticas, y los padres podrían enfrentar dilemas sobre cómo responder ante la enseñanza o exposición de contenidos religiosos en el aula.
Organizaciones como la ACLU de Texas ya han declarado que unirán fuerzas para impugnar la legislación en tribunales. Mientras tanto, en Louisiana, la fiscal general Liz Murrill ha confirmado que apelará la decisión del tribunal, con intención de llevar el caso hasta la Corte Suprema si es necesario.
El debate sobre los Diez Mandamientos en Texas no solo es una cuestión legal, sino también un reflejo de las tensiones entre la fe, la educación pública y la Constitución en un estado diverso y religioso como lo es Texas.