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Enfermera del hospital Houston Methodist robaba medicamentos a los que era adicta

Alexis Joann McNeilly, de 25 años, fue arrestada el año pasado después de ser sorprendida manipulando un sistema de dispensación de medicamentos en el hospital del Centro Médico de Texas.

by Domingo Banda
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Una exenfermera del Hospital Metodista de Houston que robó medicamentos destinados a pacientes para su uso personal entregará su licencia de enfermería de Texas de por vida, pasará 120 días en la cárcel del condado de Harris y luego será puesta en libertad condicional durante cuatro años, anunció la fiscal de distrito Kim Ogg.

“Nuestro trabajo es proteger a la comunidad, y en este caso significa asegurar que a esta mujer nunca más se le permita ser enfermera”, dijo Ogg. 

“Ser enfermera, o cualquier trabajador de la salud, conlleva una increíble cantidad de responsabilidad, y a cualquiera que no mantenga el más alto nivel de integridad no se le debería permitir trabajar en ese campo”.

Alexis Joann McNeilly, de 25 años, fue arrestada el año pasado después de ser sorprendida manipulando un sistema de dispensación de medicamentos en el hospital del Centro Médico de Texas para poder robar los medicamentos para uso personal. 

Después de sacar los viales de la máquina sin una orden válida, usaba una jeringa para vaciarlos, luego los rellenaba con agua salada y los devolvía al dispensador.

También fue captada en un video de vigilancia en el hospital inyectándose fentanilo en la mano. Una investigación reveló que robó fentanilo e hidromorfona, un opioide más potente que la morfina, varias veces a partir de fines de abril de 2023.

Houston Methodist cooperó para descubrir el crimen y desarrollar los cargos. En mayo de 2023, un supervisor que realizaba una auditoría de los medicamentos en un dispensador encontró varios frascos que parecían sospechosos. Ese supervisor hizo que los frascos se retiraran y analizaran, lo que mostró que el medicamento líquido había sido reemplazado por solución salina.

Una investigación interna adicional de Methodist sobre los registros de la máquina mostró que McNeilly había accedido a esos medicamentos, pero no se los habían recetado a ninguno de sus pacientes.

Luego, los investigadores utilizaron las cámaras de seguridad del hospital para encontrar un video de vigilancia de McNeilly accediendo a la máquina. Vieron que estaba usando una jeringa para drenar el líquido de los frascos y volver a llenarlos con solución salina. Encontraron un video de ella haciéndolo al menos 11 veces entre el 20 de abril y el 10 de mayo de 2023.

El hospital se había puesto en contacto con agentes de la DEA para alertarlos sobre lo que estaba sucediendo. 

Los investigadores del Departamento de Policía de Houston también estuvieron involucrados y presentaron los cargos. La evidencia que se había encontrado fue documentada y los investigadores se pusieron en contacto con McNeilly, quien había sido despedida.

Ella le dijo a la policía que había hecho algo similar en el Centro Médico de la Universidad de Baylor en Dallas. Allí, el personal del hospital comenzó a sospechar sobre la cantidad de veces que estaba creando anulaciones para uno de los dispensadores de medicamentos.

Después de que el personal de ese hospital encontró viales vacíos en el bote de basura de un baño del que McNeilly acababa de salir, le hicieron una prueba de drogas que resultó positiva para morfina, hidromorfona y marihuana. Fue despedida y el asunto todavía estaba siendo revisado por la agencia de Texas que otorga licencias a las enfermeras cuando fue contratada en Houston Methodist.

El fiscal adjunto Michael Eber, asignado a las divisiones de Delitos Financieros y Corrupción Pública de la Fiscalía, procesó a McNeilly.

“Lo más importante es que nunca más se le permita ser enfermera y poner en riesgo a los pacientes”, dijo Eber. 

“Tiene que entregar su licencia y, aunque complete con éxito la libertad condicional, es una condena definitiva, por lo que nunca más podrá obtener una licencia de enfermería”.

McNeilly se declaró culpable el martes de dos cargos de desviación de una sustancia controlada y fue puesta bajo custodia de inmediato para comenzar a cumplir 120 días en prisión como condición del acuerdo. 

Su tiempo en libertad condicional le permitirá ser supervisada y recibir también tratamiento de rehabilitación. Se enfrentaba a un máximo de dos años en la cárcel estatal.

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