Houston.- Son cerca de las diez de la mañana del 24 de mayo de 2022. En un espacio de enseñanza como la escuela primaria Robb de Uvalde, los niños deben estar seguros en sus actividades de aprendizaje, pero esa seguridad se hizo añicos cuando un exalumno, ya de 18 años de edad, ingresó al sitio cargando dos rifles de asalto AR-15 y realiza 147 disparos, dejando un saldo de 19 alumnos y dos profesores sin vida.
A un año de distancia la herida sigue a flor de piel, y si bien por esta masacre se intensificó el debate sobre la prohibición de armas de fuego, principalmente de rifles de ataque, la cifra de muertos por disparos en el país continúa incrementándose.
Del 01 de enero al 15 de mayo de 2023, se tienen contabilizados 1 mil 985 víctimas mortales por ataques con disparos de armas de fuego y 1 mil 985 personas lesionadas, de acuerdo a registros de la asociación Archivo de Violencia con Armas (GVA). Asimismo, se resalta en el mismo periodo el registro de 225 tiroteos masivos en lo que va del año.
En este periodo también se han registrado 302 niños muertos o heridos por disparos de arma de fuego.
Respecto a adolescentes, muertos o heridos, se cuenta con un registro de 1 mil 638 víctimas. En el registro, iniciado desde hace diez años, se resalta que en estos diez años han ocurrido un total de 1 mil 997 tiroteos en el interior de escuelas estadounidenses.
GVA define un tiroteo en la escuela como un incidente que ocurre en la propiedad del campus de la escuela primaria, secundaria o universitaria donde hay una muerte o lesiones por disparos.
Eso incluye la escuela propiamente dicha, los patios de recreo, la ‘falda’ de la instalación que incluye aceras, estadios, estacionamientos. La característica definitoria es el tiempo… Los incidentes ocurren cuando los estudiantes, el personal, la facultad están presentes en las instalaciones para actividades escolares o extracurriculares. NO SE INCLUYEN incidentes en negocios al otro lado de la calle, reuniones en estacionamientos fuera de horario.
“En aquellos incidentes en los que alguien resulta herido/muerto, incluimos cualquier disparo, ya sea con la intención de disparar/matar a los estudiantes o no. Estos pueden ordenarse por características adicionales, como suicidio o accidente”, señala la asociación en su página web (gunviolencear- chive.org).
Volviendo a la masacre de Uvalde, es de llamar la atención que de acuerdo a las leyes de Texas, para obtener una licencia para portar un arma de fuego se deben tener 21 años o más, a menos que sea militar en servicio activo, así como cumplir con los requisitos federales para comprar un arma de fuego.
Además de ser evaluado, el solicitante deberá “asistir de cuatro a seis horas de capacitación en el aula y aprobar los exámenes escritos y de competencia en armas de fuego”.
Sin embargo, Salvador Rolando Ramos, el atacante, apenas de 18 años de edad, logró hacer se, no de una sino de dos armas consideradas como rifles de asalto.
