Después de la conmoción que causa el regreso a clases en millones hogares en el país, viene el ajuste a los nuevos maestros, a los horarios, los cursos que corresponden a los estudiantes durante este año escolar y a ver cuáles son las actividades extracurriculares o de después de escuela como les dicen mucho.
Semanas antes de que inicien las clases, aun en las vacaciones, ya muchos estudiantes comienzan a prepararse con todo lo que conlleva volver a las aulas escolares. Desde los uniformes, libros y demás útiles escolares, todo ya queda resuelto y cuando se llega el primer día de clases es el momento en que se completa la primera meta del ciclo escolar.
Una vez que los chicos se ajustan a lo que serán los siguientes seis meses antes de las vacaciones de invierno y con vista a todo el año, se comienzan también a ajustar en las actividades que suman a su aprendizaje después del horario escolar.
Aunque cabe destacar que algunos comienzan unas semanas antes del regreso a clase, estos son los que ya tienen definido lo que están haciendo, como deporte u otra actividad.
Según el blog de educadores graduateprogram.org, los programas extraescolares, también conocidos como programas de Tiempo Fuera de Clases, ofrecen recursos invaluables que complementan el aprendizaje de los estudiantes durante la jornada escolar y ofrecen un apoyo adicional crucial.
Comparten que, si bien la jornada escolar tradicional se centra principalmente en el desarrollo académico y social, con el apoyo de maestros, administradores y orientadores, los programas extraescolares amplían estos beneficios al ofrecer actividades extracurriculares, tutorías, ayuda con las tareas y un entorno seguro para los estudiantes fuera del horario escolar regular.
Además, se destaca que estos programas son fundamentales para apoyar a los estudiantes que pueden enfrentar dificultades con el aprendizaje socioemocional, la resolución de conflictos o la temida «caída de verano» o «caída de eficacia en el aprendizaje en otoño».
Y es que para muchos de los estudiantes en nuestras comunidades, una vez que termina la jornada escolar, existe una necesidad vital de un entorno seguro y un sistema de apoyo para su proceso de aprendizaje personalizado.
Se considera que estas oportunidades ofrecen un refuerzo muy necesario en las áreas de aprendizaje y desarrollo personal.
Los niños en edad escolar pasan un asombroso 80% de su tiempo fuera de la escuela, y un preocupante porcentaje de 1 de cada 5 estudiantes se queda solo al final de la jornada escolar. Esto pone de relieve la necesidad crucial de entornos estructurados y de apoyo durante estas horas sin supervisión, según Youth.Gov.
Este sitio, ayuda a crear, mantener y fortalecer programas juveniles eficaces, informa que los beneficios de los programas extraescolares deben abarcar áreas cruciales que los padres deben identificar.
Iniciando por el apoyo y desarrollo académico, el entorno seguro donde los estudiantes encuentran apoyo. Sin dejar de lado el desarrollo socioemocional y que los estudiantes sientan que tienen ese acceso para esas actividades extracurriculares.
Al mismo tiempo, los padres de familia expresan sobre la necesidad de tener estos programas para sus hijos, y es que en este país muchas veces por el trabajo los padres no pueden atender académicamente a sus hijos, cómo ayudarlos con tareas y demás. Entonces ven estos programas como de gran ayuda.