Illinois.- Mientras la comunidad de Highland Park, Illinois se reunía para el tradicional desfile del 4 de julio entre la alegría y el festejo, lejos estaban de imaginar lo que sucedería.
Apenas a unos diez minutos de haber comenzado el desfile, sonaron balazos que testigos describen venían del techo de algún edificio.
Entre el caos, los cientos de asistentes buscaron protección en los edificios aledaños. Sin embargo, las balas alcanzaron a decenas de personas, arrancando la vida a seis e hiriendo a unos 31.
El sospechoso, ahora identificado como Robert E. Crimo III, huyó del lugar dejando como evidencia un “rifle de alto calibre”, según describieron las autoridades locales.
Luego del tiroteo, Crimo se dio a la fuga y fue hasta horas más tarde que fue arrestado por las autoridades en la ciudad de Lake Forest, Illinois.
“No hay necesidad de que una persona posea un arma de asalto militar. No sirve para cazar, para deportes o para defensa personal. Es una máquina de matar”, dijo Dick Durbin, senador por el estado de Illinois.
Esta noticia ha consternado al país y continúa en desarrollo.