La Policía Federal ha identificado a aproximadamente 60 individuos investigados que han violado medidas cautelares y se encuentran prófugos, por su participación en el asalto golpista en Brasilia donde intentaron tomar las sedes de los tres poderes, como maniobra que protagonizaron miles de bolsonaristas el 08 de enero de 2023.
Según el diario Folha de S.Paulo, estos individuos han huido a Argentina en un intento de evadir la justicia y buscar refugio bajo el gobierno del presidente argentino Javier Milei, conocido por su alineación con el bolsonarismo.
La policía está preparando una lista de los fugitivos para que la justicia inicie los trámites de extradición. Algunos de estos prófugos han recurrido a campañas de recaudación de fondos en redes sociales para mantenerse en el extranjero, según O Globo.
La situación se ha vuelto más crítica después de que la Policía Federal de Brasil desplegara una operación para detener a más de 200 personas acusadas de violar me- didas cautelares, como la retirada de pasaportes, prohibiciones de salida del país, uso de tobilleras electrónicas, y restricciones en redes sociales.
Desde la perspectiva del bolsonarismo, los prófugos son vistos como perseguidos políticos, no delincuentes, y creen que un gobierno amigo como el argentino debería acogerlos como exiliados.
Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente Jair Bolsonaro, junto con otros aliados, viajó a Buenos Aires a finales de mayo para promover esta visión.
Una investigación del portal UOL reveló que al menos una decena de acusados lograron quitarse las tobilleras electrónicas y cruzar la frontera hacia Argentina y Uruguay.
La Policía Federal ahora estima que el número de fugitivos ha aumentado a unas 60 personas. La investigación sobre el asalto a las sedes del Poder Judicial, Legislativo y Presidencial en enero de 2023 ha resultado en numerosas detenciones, juicios y condenas.
El juez del Tribunal Supremo, Alexandre de Moraes, y la Policía Federal siguen investigando tanto a los autores materiales del ataque como a los autores intelectuales, incluyendo al expresidente Jair Bolsonaro, acusado de organizar la trama junto a varios generales.
Los únicos que han sido juzgados hasta ahora son los autores materiales del ataque, civiles de diversas edades y profesiones, convencidos de que Lula da Silva conspiró para robarle la reelección a Bolsonaro.