Texas es uno de los estados del país con los índices más altos de explotación sexual.
Houston. – Texas es uno de los estados del país con los índices más altos de explotación sexual con un total de 313, 000 víctimas de los cuales se estima que los niños son el 30%.
Los casos más comunes del trafico humano en Houston es la prostitución de mujeres entre los 17, 24 y 26 años de edad. Generalmente estas chicas muestran mucha vulnerabilidad al no tener estabilidad económica, adicción a algún tipo de sustancia, huyeron de sus casas o tienen un estatus migratorio irregular.
Los traficantes se ofrecen a resolverles la vida. Les compran ropa, se las llevan de viaje, restaurantes lujosos y hasta les dan dinero para que paguen sus deudas. Ya que los traficantes sienten que las tienen enamoradas las empiezan a convencer de que se prostituyan y si se rehúsan las maltratan físicamente o las amenazan.
De acuerdo con la Oficina para la Salud de la Mujer del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, más una de cada cuatro mujeres indígenas estadounidenses y mujeres nativas de Alaska, una de cada cinco mujeres afroamericanas y blancas y una de cada seis mujeres hispanas son víctimas de la explotación sexual.
“Las víctimas de tráfico humano que son asiáticas que trabajan en spas son extremadamente difíciles ya que las mujeres de esa cultura son muy leales y no quieren hablar. Estas mujeres tienen entre 40 y 60 años de edad, “explicó la sargento Aldino del departamento de policía de Houston.
Beatriz Zarco, fue víctima de explotación sexual en Houston. Un hombre que parecía tener un interés sentimental por ella se ofreció a ayudarla a resolver su situación económica y así fue enamorándose poco a poco hasta someterla a la explotación sexual.
Explotación Sexual infantil
La mayoría de las víctimas infantiles tienen entre 12 y 17 años de edad. Muchos negocios de masajes ilícitos están alrededor de las escuelas públicas.
“Lo que pasa en las escuelas es que los traficantes buscan a chicos y chicas que puedan trabajar con ellos. Entonces muchas veces funciona por coerción, por ejemplo, un traficante tiene a una chica que todavía está en la secundaria y le pide buscar a unas amigas para ayudar, para ganar dinero en una fiesta o algo así. Entonces poco a poco esta networking con un solo chico o con una sola chica en la escuela,” dijo Samantha Loesh, partnerships manager de United Against Human Trafficking.
El peligro no está solamente afuera de las escuelas, sino que también dentro de ellas ya que un traficante puede ser un entrenador de deportes, un consejero, un pastor y hasta un maestro. En la mayoría de los casos los traficantes son hombres, pero también pueden ser mujeres de todas las edades.
Los traficantes buscan a sus víctimas en las redes sociales que generalmente son niños que buscan atención, que tienen pocos amigos, que vienen de familias disfuncionales o que han experimentado mucho trauma desde muy chiquitos. Los traficantes se hacen pasar por niños o niñas para ganarse su confianza y poderlos atrapar de esa manera.
Samanta Loesh recomienda que para poder proteger a nuestros niños del tráfico humano se tiene que hablar más del tema con ellos. Se les tiene que explicar el peligro de hablar con extraños en diferentes escenarios sobre todo a través de las redes sociales ya que es muy fácil que los traficantes obtengan información a través de estas.