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Serie especial de mujeres de Houston: El valor de ser independiente

Es experta en belleza y esta carrera la ayudó a ser dueña de su propio negocio.

by Domingo Banda

Manejar su negocio de forma independiente fue siempre deseo de Arely Fonseca, una reconocida experta en belleza, estilista y maquillista.

Ha trabajado embelleciendo a artistas, presentadores de televisión y otras importantes personalidades de nuestra comunidad. 

Pero para llegar a su realidad de hoy en día, ha tenido que trabajar arduamente y lo más importante, tomar la decisión de convertirse en empresaria y dueña de su propio negocio, tal cual siempre lo había soñado. 

Tener mi pequeño negocio y destacarme en lo que es mi pasión, para mí es un triunfo”, comparte. 

Y es que desde que estaba en la escuela intermedia, Arely ya había escogido lo que se convertiría en su profesión, todo esto por medio de un programa piloto que ofrecía ese plantel. Aunado a esto, también era quien ayudaba a sus tías y primas a poner color en el pelo desde la cocina de su casa. 

Arely inició su carrera desde muy joven y esto la ha llevado a ganarse la confianza de sus clientes.

“Todos los viernes iba a un salón de belleza que se llama The Upper Hand.  Allí me ayudaron a despertar más mi pasión, la dueña era mujer y muy exitosa. Ahí empezó la emoción de entrar a este mundo de la belleza”.  

A los 18 años de edad inició en su carrera de forma profesional y dice que “hubo mucho aprendizaje, pero para independizarme siempre había es miedo y no tener confianza en uno mismo nos detiene mucho”.

Fue hace un poco más de seis años que finalmente llegó el día en que tomó valor para explorar su independencia. 

“Sola me di ese empujoncito y creí en mí. Fue la mejor decisión de mi vida, sobre todo como madre tener esa flexibilidad en el horario y crear más ingresó”.

Hasta la fecha asegura que todo ha funcionado muy bien y una de las más grandes satisfacciones es poder llevar a sus hijos a la escuela e ir por ellos en las tardes.  

“A veces uno no sabe qué hay de otro lado, pero esa fue la mejor decisión”. 

Y la confianza de sus clientes es algo que la alienta a seguir adelante. 

“Me llena el corazón de tener a alguien en mi silla, las clientas llegan, se sientan, hago mi trabajo y que ellas se queden contentas, es lo mejor”. 

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