Con la pasada tormenta invernal y los efectos que tuvo en la nuestra ciudad con la fuerte helada, nos toca pensar una vez más en cómo lidiar con nuestras mascotas en estos climas extremos.
Mantenga su casa humidificada y seque a su mascota con una toalla tan pronto como entre, prestando especial atención a sus pies y entre los dedos.
Nunca afeites a tu perro hasta la piel en invierno, ya que un pelaje más largo proporcionará más calor. Si tu perro es de pelo corto, considera comprarle un abrigo o suéter con cuello alto o cuello alto que cubra desde la base de la cola hasta el vientre. Para muchos perros, esta es la ropa de invierno reglamentaria.
Bañe a sus mascotas lo menos posible durante los períodos de frío. Lavarse con demasiada frecuencia puede eliminar los aceites esenciales y aumentar la posibilidad de desarrollar una piel seca y escamosa. Si su perro debe ser bañado, pídale a su veterinario que le recomiende un champú y/o enjuague humectante.
Masajear vaselina u otros protectores de patas en las almohadillas de las patas antes de salir puede ayudar a protegerlas de la sal y los agentes químicos.
Al igual que el refrigerante, el anticongelante es un veneno letal para perros y gatos. Asegúrese de limpiar a fondo cualquier derrame de su vehículo y considere usar productos que contengan propilenglicol en lugar de etilenglicol.
Las mascotas queman energía adicional al tratar de mantenerse calientes en invierno. Alimentar a tu mascota un poco más durante los meses de clima frío puede proporcionarle las calorías que tanto necesita, y asegurarte de que tenga suficiente agua para beber ayudará a mantenerla bien hidratada y su piel menos seca.
Asegúrese de que su animal de compañía tenga un lugar cálido para dormir, lejos del piso y lejos de todas las corrientes de aire. Una cama acogedora para perros o gatos con una manta o almohada caliente es perfecta.
Mantenga a sus animales adentro. Si se dejan al aire libre, las mascotas pueden congelarse, desorientarse, perderse, robarse, lesionarse o morir.