Alyssa Nicole López, de 29 años, caminaba por el parque cuando encontró lo que parecía chicle dentro de un pequeño recipiente de plástico en una cancha de balón. Sin lugar a dudas, López destruyó la píldora antes de que cayera en manos de otro residente o, peor aún, de un niño.
Estas son las pastillas que Alyssa López encontró en el parque
López conoce demasiado bien los peligros de las drogas, ya que lucha por ser una estadística menos día tras día. Abiertamente, López comparte en las redes sociales su viaje hacia la sobriedad.
La nativa de California explica cómo una pequeña píldora la llevó a la adicción: «si no tenía dinero en efectivo, cambiaba un artículo que ya no necesitaba o limpiaba una casa, lavaba la ropa a cambio de la droga».
Las píldoras azules, también conocidas como «M30s» debido a sus etiquetas, contienen la droga mortal fentanilo, según la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos.
M30s es un fármaco recetado para pacientes con dolores intensos, pero muchos lo usan de forma ilegal, ya que se convierte en una dependencia física.
En el caso de López, su médico le recetó Adderall para ayudarle a concentrarse en la escuela. «Regresé al médico, pero el médico ya no estaba en esa práctica, así que eso me llevó a las drogas callejeras», comparte López.
Otros sin saberlo, consumen esta droga, porque el fentanilo es mezclado con otras drogas.
De hecho, agentes de la DEA (Drug Enforcement Administration) en el área de Houston dicen que incautaron más de 7 millones de dosis fatales de fentanilo en 2022. Lo suficiente para matar a toda la ciudad de Houston, dicen los informes.
«He visto morir a varias personas», expresa López. «Un amigo mío perdió la vida debido a una sobredosis de fentanilo/metanfetamina cristalina recientemente el día antes de la víspera de Navidad».
La salud mental jugó un factor en la historia del amigo de López, ya que luchaba contra la depresión.
Expertos en el tema recomiendan que los padres hablen con sus hijos sobre sus sentimientos y las consecuencias del consumo de drogas, especialmente con los peligros del fentanilo que ha cobrado 932,000 vidas por sobredosis desde 1999 en Estados Unidos, según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Es por eso que los padres tienen que mantener una conversación tranquila, directa, y escuchar sin juzgar.
En el caso de una sobredosis, “la naloxona es un medicamento que puede revertir el fentanilo y está disponible en las farmacias sin necesidad de receta”, se lee en el sitio del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Texas (HHSC).
López insta a aquellos que luchan contra las adicciones a obtener ayuda. «Estas pequeñas píldoras azules controlaron mi vida por un momento, pero ahora estoy más fuerte y sobria que nunca», compartió López.
Si sospecha que alguien ha tenido una sobredosis de fentanilo, no deje a la persona desatendida, intente despertarla, colóquela de lado para evitar que se ahogue y llame al 911.
