Desde mayo de 2020 a abril de 2023 el índice de inflación ha tenido una variabilidad de crecimiento, llegando a su punto más alto en junio de 2022 con una tasa del 9.1%, por lo que con meses similares, ese año registró un índice total del 8%, siendo el más alto desde 1980, cuando se registró un índice del 13.5%.
La inflación se mide a partir del Índice de Precios al Consumo (IPC) donde se revisa la evolución del conjunto de precios de bienes y servicios que consume la población estadounidense, donde se analiza el comportamiento de precios de la alimentación, bebidas no alcohólicas, bebidas alcohólicas, tabaco, artículos de vestir, alquiler de viviendas, menaje doméstico, medicinas, transporte, ocio, cultura, enseñanza, hoteles, cafés, restaurantes y otros bienes y servicios.
En lo que va del año, ha variado la tasa de inflación, pero continúa en niveles altos. En enero fue de 6.4%, en febrero de 6%, en marzo de 5% y en abril de 4.9%, es decir, ha marcado un comportamiento a la baja, reflejando una inflación acumulada durante 2023 del 2.2%; pero si se compara con la tasa lograda en mayo de 2020, que fue de 0.1%, aún sigue siendo alta, lo cual se refleja en la variación de los precios a la alza de bienes y servicios.
Esto refleja los resultados de una encuesta de la Reserva Federal (Fed) donde los resultados establecen que se ha erosionado la sensación de seguridad financiera de los hogares estadounidenses, por lo que se sentían menos seguros acerca de la jubilación y habían retrasado las compras o cambia- do por productos más baratos mien- tras compraban.
Por ello, el 54% de los 11 mil 775 adultos encuestados coincidieron en que sus presupuestos se habían visto afectados mucho por los aumentos de precios, con padres de niños menores de 18 años, adultos afrodescendientes y latinoamericanos y personas con discapacidades entre los más propensos a reportar un impacto de la inflación.
De hecho, en general, un tercio de los encuestados mencionaron la inflación como su principal desafío financiero, que representa más del cuádruple que en 2016.
Una pregunta destinada a medir los medios de los hogares para superar una emergencia financiera modesta mostró que menos personas pensaban que tenían la capacidad de cubrir un gasto inesperado de 400 dólares usando efectivo o su equivalente, como una tarjeta de crédito que se espera pagar en su totalidad en el próximo estado de cuenta.
El 63% dijo que usaría efectivo para tal costo, por debajo del récord del 68% en 2021.
Sobre las causas de los índices de inflación de 2020 a la fecha se estima que se debe a las perturbaciones provocadas por la pandemia por el Covid-19 y la respuesta económica del gobierno, lo cual se cree que empeoró con la guerra entre Ucrania y Rusia, situación atenuada además a medida que se resuelven los problemas de suministro y se ralentiza la economía. Asimismo, la inflación estadounidense actual es diferente de los aumentos de precios de 2021.