El Tribunal Supremo de Estados Unidos determinó mantener el acceso a la píldora abortiva mifepristona, suspendiendo de momento las restricciones que un tribunal de apelaciones había ordenado recientemente.
Con esta se determina que por el momento no hay cambios para que el público tenga acceso a la medicación, esto mientras el tribunal de apelaciones decide sobre la legalidad de la aprobación que los reguladores de EE.UU. dieron al medicamento hace más de 20 años.
El tribunal de Quinto Circuito de apelaciones, que incluye los estados de Texas, Luisiana y Misisipi, aprobó a principios de abril restringir el acceso a la mifepristona mientras valora la decisión de un juez de Texas de prohibir por completo el acceso a la píldora, que se usa en más de la mitad de los abortos en el país.
No obstante, hay estados que se mantuvieron con la postura de que dicha píldora continuara en el mercado, como California, donde el gobernador Gavin Newsom señaló que su gobierno “no hará negocios con (la cadena de farmacias) Walgreens ni con ninguna empresa que se acobarde ante los extremistas y ponga en peligro la vida de mujeres. Hemos terminado”, aseveró en marzo pasado.
Ahora con el fallo es la primera vez que el Supremo Tribunal se pronuncia en un caso relativo al aborto tras su controvertida decisión el verano pasado de eliminar la protección constitucional de la que gozaba desde los años 70, provocando una avalancha de restricciones en los estados gobernados por conservadores.
Cabe resaltar que con esta decisión no significa que la mifepristona pueda recetarse en los estados que han prohibido el aborto, pero sí asegura que el acceso al fármaco, incluido por correo, se mantiene como hasta ahora, al me- nos hasta que se resuelva la apelación.
El presidente Joe Biden aplaudió la decisión de la Corte Suprema, quien consideró la determinación como un golpe legítimo a los “ataques a la salud de las mujeres impulsados políticamente”, por lo que se comprometió a “continuar esta lucha en los tribunales”, sobre todo “contra los ataques a la salud de las mujeres políticamente motivados”.
Al respecto, la organización Planned Parenthood, que gestiona la mayor red de clínicas de salud reproductiva del país, celebró la decisión, pero advirtió de que la salud de las mujeres no debería estar a merced del sistema judicial.
La función de la mifepristona es bloquear la progesterona, hormona necesaria para que el embarazo siga adelante y que el cuerpo produce de forma natural cuando una mujer está embarazada.
Tras esta primera parte, los especialistas prescriben el misoprostol, otra pastilla abortiva cuya función es vaciar el útero y que es la que produce los sangrados.
La efectividad de estas pastillas combinadas, que ser utilizadas en cerca de la mitad de abortos en Estados Unidos, alcanza el 98% de los casos, en personas con ocho o menos semanas de gestación.
A partir de la semana 11, su efectividad desciende al 87% y deberán ser los especialistas quienes recomienden cuál es el método más eficaz.