Una mujer de Baytown fue sentenciada a 25 años de prisión por un juez después de declararse culpable de asesinato por robar y matar a un hombre de 65 años que usaba una silla de ruedas, anunció la fiscal de distrito del condado de Harris, Kim Ogg.
“Las personas mayores y discapacitadas de nuestra comunidad son extremadamente vulnerables a convertirse en víctimas de la violencia”, dijo Ogg. “Esta pareja se aprovechó de la bondad de este hombre y merece pasar décadas en prisión”.
Alicia Keator, de 40 años, y su novio, Marcus Donnell Gilbert, conocido como Skunk, se declararon culpables de asesinato por la muerte de John Henry Fernández, de 65 años, quien fue encontrado el 2 de enero de 2018, con las manos y los pies atados y con la boca tapada con cinta adhesiva. También lo habían asfixiado.
Keator fue sentenciada a 25 años de prisión por el juez de distrito estatal Frank Aguilar después de que ella se declarara culpable.
Fernández, conocido en todo el complejo de apartamentos como un tipo amable y abuelo, no tenía familia en el área y necesitaba ayuda con las actividades de la vida diaria.
Keator acordó brindar esa ayuda a cambio de un lugar donde vivir y se mudó al apartamento de Fernández en Baytown más de un mes antes del asesinato. En lugar de ayudar, permitió que su novio la visitara de forma rutinaria, lo que culminó con el robo y asesinato planificado de Fernández el día de Navidad de 2017.
Después de que vecinos preocupados alertaron a la administración del apartamento que no se había sabido nada de Fernández durante varios días, los trabajadores de mantenimiento encontraron su cuerpo encerrado dentro de su habitación.
Keator y Gilbert fueron arrestados por el Departamento de Policía de Baytown y acusados de asesinato capital por asfixiar a Fernández y quitarle su televisor, su tarjeta de cajero automático y su teléfono celular.
Gilbert, de 41 años, se declaró culpable de asesinato a principios de este año a cambio de 60 años de prisión. Keator se declaró culpable sin un acuerdo de culpabilidad y optó por ser sentenciado por el juez después de una audiencia de castigo.
Durante la audiencia, el juez se enteró de que antes de la declaración, Keator había proporcionado pruebas críticas contra su coacusado y había aceptado testificar contra él, incluso sin promesa de indulgencia.
El juez señaló que si Keator no hubiera cooperado plenamente, habría sido sentenciada a una pena de prisión mucho más larga.
Gilbert y Keator deben cumplir al menos la mitad de sus penas de prisión antes de poder optar a la libertad condicional.
El fiscal adjunto y jefe de innovación, Chris Handley, manejó el caso con Nancy Ta, fiscal jefe de la División de la Oficina de Juicios del fiscal de distrito.
