La Corte Suprema de Estados Unidos permitió a Texas que ejecute la Ley SB4, la misma que había dicho estaría detenida un tiempo indefinido. Esta decisión tendrá efectos negativos en la comunidad migrante de todo el estado, según dicen activistas pro migrantes.
“Le estamos pidiendo a la gente que se prepare, haya o no SB4, porque si no tienen documentos, las personas pueden caer en manos de inmigración en cualquier rato”, dijo César Espinoza, director ejecutivo de FIEL Houston, una organización pro inmigrante.
Esta ley fue firmada en el mes de diciembre por el gobernador de Texas, Greg Abbott, e inmediatamente preocupó a la comunidad. Entre las preocupaciones de los activistas está el que pueda haber más casos de perfil racial, detenciones e intentos de deportación por parte de autoridades locales.
Por esto, Espinoza asegura que la comunidad migrante debe informarse con profesionales sobre cómo actuar ante una situación inesperada.
“El tiempo para prepararse es hoy, no es cuando está detenido o esperando a ver qué pasa con su caso”.
Quien sí recibió las noticias con beneplácito fue Abbott, que había criticado la decisión del juez federal que había detenido esta ley.
“Permite que Texas comience a aplicar la SB4 que permite el arresto de inmigrantes ilegales. Todavía tenemos que tener audiencias en el tribunal federal de apelaciones del quinto circuito. Pero esto es claramente un avance positivo”.
Precisamente estas audiencias son porque la administración de Joe Biden y grupos pro migrantes siguen desafiando la ley.
La juez Sonia Sotomayor, una de los tres jueces liberales de la Corte Suprema, no estuvo de acuerdo con sus colegas que votaron a favor.
“Esta ley perturbará las delicadas relaciones exteriores, frustrará la protección de las personas que huyen de la persecución, obstaculizará los esfuerzos federales de aplicación de la ley”.
Este tema dará mucho de qué hablar y para Espinoza muchos tienen que ver con la política y las elecciones presidenciales de este año, donde los únicos afectados son la comunidad migrante.
“Se ha politizado por ambos partidos, mucha gente piensa que solo los republicanos están en contra de los migrantes, pero los demócratas han tenido muchas oportunidades de arreglar este problema de inmigración y no lo han hecho. Al final del día la comunidad migrante sigue siendo moneda política para ambos partidos”.