“Hace treinta y cuatro años decidí ser policía de Houston y servir a mi comunidad y ha sido una de las mejores decisiones de mi vida”, así inicia el comunicado de Troy Finner, quien hasta principios de este mes era el jefe del Departamento de Policía de Houston (HPD).
Con estas palabras también iniciaba un nuevo capítulo para el HPD, quien ahora está bajo el mando de otro oficial nombrado por el alcalde de la ciudad, John Whitmire.
Lo que para Finner había sido una parte importante en su carrera como policía, terminaba de forma sorpresiva. Hace poco más de tres años había tomado el mando de unos de los departamentos de policía más grandes del país y fue elogiado por que además es originario de esta urbe y ahora tenía uno de los puestos más importantes de la ciudad.
Todo marchaba bien y siempre se le miraba activo en todo tiempo de necesidad, eventos públicos y hasta en situaciones donde su presencia daba un sentido de apoyo y reafirmación a la comunidad.
Incluso se había reportado hace unas semanas que las estadísticas de crimen en nuestra ciudad habían bajado en comparación a los años pasados y recientemente estuvo al lado del alcalde para supervisar las áreas inundadas en nuestra región.
Sin embargo, en el mes de febrero, explotó la bomba, como se dice comúnmente, a solo semanas de la toma de posesión del alcalde Whitmire, quien llegó con la intención de poner orden y ser transparente con los residentes de la ciudad.
Finner, expresó su frustración en febrero por miles de casos de delitos sexuales entre adultos que quedaron sin resolver debido al código de “falta de personal” y reveló que otras divisiones suspendieron decenas de miles de investigaciones más por el mismo motivo.
De acuerdo con la información publicada en la cuenta de X de HPD en esa semana, Finner aseguraba que, desde 2016, se han suspendido alrededor de 264,000 casos por ese mismo código que era “falta de personal” en todo el departamento de codificación.
El total es el 10% de los 2.8 millones de incidentes presentados ante la policía de Houston en los últimos ocho años. Alrededor de 100,000 de los 264,000 casos fueron delitos contra la propiedad.
En los siguientes días, los subjefes del Departamento de Policía de Houston, Ernest García y Kevin Deese, fueron destituidos como resultado de la suspensión de miles de casos e informes de incidentes desde 2016, esto lo informó el Sindicato de Oficiales de Policía de Houston. Allí se empezaba a sentir lo que venía.
Luego el alcalde Whitmire, ordenó una investigación externa y puso a trabajar a cientos de policías en los casos. Apenas el primero de mayo, Finner daba una actualización.
“Nuestros investigadores y oficiales han estado revisando unos 10,000 casos por semana. Actualmente, unos 107, 095 casos han sido revisados. Casi la mitad de estos, que son unos 49,939, cumplen con el criterio para ser cerrados, inactivados o suspendidos”.
Pero a los pocos días, por medio de un comunicado, decía que se retiraba.
“Los últimos meses de mi carrera fueron los más retadores. Es triste porque muchas víctimas de violencia sexual no tuvie- ron el trato que merecían para hacer justicia”.
Así se despedía, dejando el HPD en un momento crítico.
¿Usted qué opina?