Con el anuncio del presidente Joe Biden de que entra a la carrera por la nominación demócrata para su reelección en el 2024, vemos cómo podríamos una vez más ser testigos de una nueva disputa por la Casa Blanca entre él y Donald Trump.
Esto no emociona a la mayoría de los estadounidenses, quienes no quieren ver una repetición de las elecciones en el 2020, cuando Biden destronó a Trump de la Oficina Oval.
Lo que terminó mostrando lo mal perdedor que es Trump al tratar de dar vuelta a los resultados de las elecciones de todas las maneras posibles para mantenerse en el poder.
Durante estos pasados años que ha gobernado Bi- den, el expresidente Trump se ha dedicado a ir regando la plantita de su reelección con eventos de campaña casi desde el primer día que terminó su mandato.
Pero no fue hasta el 15 de noviembre del 2022 cuando anunció oficialmente que se postulaba para buscar la nominación del partido republicano para buscar un segundo término no consecutivo como presidente de este país.
Con esto, Trump se adelantó casi dos años para cuando sea el día de las elecciones del año que viene. El día 25 de abril, por medio de un video, Joe Biden anunció lo que ya básicamente se sabía, que lanzaba su campaña para buscar cuatro años más al frente de Estados Unidos.
Su intención de gobernar por otro término presidencial, no ha gustado mucho a miembros de su propio partido, quienes han expresado que prefieren a otra persona para la nominación.
En una encuesta publicada por NBC News, un 70% de los estadounidenses piensa que el presidente no debería buscar un segundo término, mientras que el 26% piensa que sí debería hacerlo.
Por ahora, como presidente, Biden tiene un 56% de desaprobación en su trabajo como presidente en su tercer año, solo 41% de la población aprueba lo que ha venido haciendo su administración.
En cuanto a Donald Trump, alrededor del 48% de los autodenominados republicanos dicen que quieren que Trump sea el candidato presidencial de su partido, frente al 44% en una encuesta que se realizó del 14 al 20 de marzo por Reuters. Mientras que cerca del 19% respalda a su rival más cercano, el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Por lo pronto, la arena política se alista para una campaña que seguramente se convertirá en una batalla campal desde las elecciones primarias en ambos partidos, para ver quién se queda con la nominación.
Después para la elección presidencial las cosas no serán menos escandalosas, seguramente quienes queden nominados se darán hasta con la cubeta, como se dice coloquialmente.
Ahora, le tocará a todos los que califican para votar en este país, ser ellos quien decidan, primero quienes quedan como candidatos de cada partido.
Después quién será la persona que quedé al frente de la presidencia de Estados Unidos. Tiene que informarse en cada uno de sus condados para asegurarse que esté registrado para votar y así no perder la oportunidad de cumplir con su derecho cívico.
Además, es la oportunidad de hacer escuchar su voz y elegir a la persona que será el líder en el siguiente término.
Los votantes serán quienes den la última palabra con su voto. En estos momentos solo queda esperar y ver cómo se desarrolla todo lo referente a las campañas en los meses que vienen.