Home NoticiasEstados Unidos Evidencian que familia real británica comerció con esclavos en Virginia para cultivos

Evidencian que familia real británica comerció con esclavos en Virginia para cultivos

Una investigación periodística en The Guardian reveló que la familia real británica tuvo esclavos en una plantación tabacalera en Virginia.

by Miguel Mejía

Los antepasados directos del rey Carlos III y la familia real compraron y explotaron a personas esclavizadas en plantaciones de tabaco en Virginia, según una investigación a la que tuvo acceso el diario británico The Guardian. 

Un documento descubierto en archivos históricos revela que un ancestro directo del monarca británico, adquirió al menos a 200 esclavos de la Compañía Real de África en 1686, y ordenó que estas personas fueran entregadas a Edward Porteus, copropietario de una plantación de tabaco en Virginia. 

Fue el hermano de Porteus, Robert, quien heredó la plantación de su padre antes de mudarse a Inglaterra en 1720. 

Más tarde su descendiente, Frances Smith, se casó con el aristócrata Claude Bowes-Lyon y su nieta fue Elizabeth Bowes-Lyon, la difunta Reina Madre, esposa del monarca Jorge VI, con quien procreó a la fallecida Isabel II, madre de Carlos III. 

El descubrimiento fue hecho por la escritora Desireé Baptiste, en el marco de una investigación entre los nexos de la Iglesia de Inglaterra y esclavistas en la colonia de Virginia, para una obra teatral que escribe. 

La revelación ocurrió después de que The Guardian publicó un documento a principios de abril en el que se establece un vínculo entre el comerciante de esclavos Edward Colston (1636-1721) con la monarquía británica. 

Virginia es emblemática en la historia de la esclavitud porque ahí atracaban barcos con esclavos procedentes de África, y se adoptaron prácticas brutales, como azotes y mutilaciones, para castigar cualquier intento de sublevación. 

En Gloucester, Inglaterra, donde operaba el negocio de Robert Porteus, hubo una insurrección en 1663, la cual fue reprimida de manera sangrienta.

La Fundación Colonial Williamsburg cuenta con un documento que describe que las cabezas cercenadas de varios esclavos fueron colgadas de las chimeneas de la ciudad como advertencia. 

Tras la publicación, Carlos III manifestó su apoyo a que se investiguen los nexos entre la monarquía británica y el tráfico de esclavos. 

Un vocero del palacio de Buckingham aseveró que el rey “toma con profunda seriedad el tema de la esclavitud”, la considera una “atrocidad espantosa”, y respalda cualquier indagatoria que contribuya a comprender su “impacto”. 

Los activistas por la igualdad racial y las reparaciones le dijeron a The Guardian que, si bien en su mayoría agradecieron el apoyo a la investigación, creían que el rey debía ir más allá y reconocer la historia establecida ahora, por lo que una vez consumada la coronación del rey se abundará en el pasado sobre posesión de esclavos.

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