Una vez más vuelven a politizar el tema de los Dreamers, jóvenes beneficiarios del programa de Acción Diferida, DACA.
En esta ocasión, el 31 de enero, 9 estados liderados por republicanos, han pedido a un juez del estado de Texas que ponga fin a este programa que ha dado la oportunidad a los jóvenes de estudiar y trabajar, los beneficiados son esos que llegaron siendo niños y que no contaban con sus documentos migratorios en regla.
Quizás desde el inicio de este programa firmado por el presidente Barack Obama en junio del 2012, la cosa no pintó bien, este se dio por medio de una orden ejecutiva y no de un proceso donde participaran el Congreso y el Senado, como una ley.
Es por eso, que ahora este programa es vulnerable a los ataques por aquellos que han querido utilizarlo para seguir cosechando votos.
Si preguntan a otra gente, les darán la misma respuesta, estas acciones son para seguir ganando simpatía con los detractores de este programa.
Es bien sabido que los beneficiarios de este programa tienen la oportunidad de trabajar legalmente y por ende estar al día con sus impuestos.
La organización de investigación y abogacía, The Center for American Progress, reportó que en el 2021, los Dreamers pagaron un estimado de $6.2 billones de dólares en impuestos federales, es decir, si le están cumpliendo al Tío Sam.
A nivel estatal también hicieron su contribución con sus impuestos por un estimado de $3.3 billones de dólares, en porcentajes cada uno de estos jóvenes pagaron el 8.3% de su sueldo anual en impuestos estatales.
Desde sus inicios, DACA ha permitido que unos 832,881 adultos jóvenes sean elegibles para trabajar legalmente o que asistan a la universidad y que hagan su vida sin estar preocupados de que pudieran ser deportados.
Hay que destacar que en el paso del tiempo también miles han dejado este programa, pues se han beneficiado de otra oportunidad para legalizarse totalmente aquí en Estados Unidos. Según un reporte, para septiembre del año pasado había unos 589,660 jóvenes beneficiándose de DACA, una cifra relativamente baja a comparación de otros años.
Ya han sido varias veces las que este programa se ha visto amenazado y ha sobrevivido, quizás, porque es un programa que hace el bien a los jóvenes migrantes.
La administración del Presidente Donald Trump hizo lo suyo en el año 2017, para rescindir del programa, pero este fue mantenido por diversas cortes federales y los Dreamers lucharon para no perder ese beneficio.
La pelea llegó hasta la Corte Suprema y esta institución falló a favor de DACA, aseverando que la entonces administración presidencial no había terminado el programa de una forma correcta.
También, muchos de los que defienden el programa han opinado que este se formó como una solución provisional a una reforma migratoria o una forma de que la comunidad indocumentada obtuviera un camino a la ciudadanía.
Desafortunadamente, esto no ha sido así y el programa sigue casi bajo las mismas cláusulas con el que se firmó la primera vez.
Y cada vez que este sufre un ataque, pone al borde de los nervios a quienes tienen solo esta forma de beneficio migratorio para evitar una deportación.
Mientras políticos sin escrúpulos piensen qué este es un buen punto para seguir manteniendo sus posiciones, seguirán atacando a jóvenes que lo único que buscan es ser ciudadanos de bien.
¿Usted qué opina?