Los mensajes llegaron a las autoridades. Una negociación para que se entregara uno de los “Chapitos”, terminó con la detención de uno de los capos más buscados durante décadas: Ismael “el Mayo” Zambada fue detenido.
Una historia que aparentemente se escribió el pasado jueves 25 de julio, apenas se está revelando en sus detalles más profundos. Lo que parecía una entrega pactada, según ha ido saliendo, se trató del fruto de una traición en el corazón del cártel de Sinaloa.
El otro protagonista, uno de los hijos de Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera, tenía meses de haberse contactado con autoridades estadounidenses con la finalidad de entregarse. La oficina de la Admi- nistración de Control de Drogas (DEA) veía muy lejano el día en que se concretara la negociación.
Pero la llamada llegó, la entrega sería en un aeropuerto de este estado, lo que causó sorpresa fue que para acrecentar sus beneficios de entrega, les llevó al viejo líder, enfermo, Ismael “el Mayo” Zambada.
Ambos tenían larga carrera criminal. Por “el Mayo”, la DEA ofrecía una recompensa por 15 millones de dólares, mientras que por Joaquín Guzmán López, alias “el Güero”, tan sólo era un tercio de esa cifra: 5 millones de dólares.
Guzmán López había convencido a Zambada para que subiera a un avión diciéndole que volaban para ver propiedades inmobiliarias en el norte de México, según fuentes estadounidenses que optaron por el anonimato.
Dicho avión cruzó la frontera ilegalmente, agentes estadounidenses corrieron a su encuentro al aterrizar en un pequeño aeródromo municipal cerca de El Paso y arrestaron a los dos líderes del narcotráfico mexicano.
La filtración del hecho, considerado como uno de los golpes más fuertes en años recientes contra uno de los cárteles más fuertes de México, no se hizo esperar y diversos medios dieron cuenta de la detención de “el Mayo”. Horas más tarde, el Departamento de Justicia efectivamente confirmó el hecho, pero aún sin lujo de detalles, lo que generó mayores especulaciones.
Además de la detención y extradición de “el Chapo” en 2017, un hijo de “el Mayo”, conocido como Vicente (“Vicentillo”) fue detenido en 2009 y en su juicio comenzó a colaborar con las autoridades de justicia estadounidense, por lo que se le atribuye la información que brindó para la detección de varios capos, incluido a el mismo “Chapo”.
La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), las dos agencias que llevaron a cabo la operación, desplazaron a los agentes de sus oficinas locales de El Paso y llegaron al aeropuerto justo cuando el avión privado estaba aterrizando.
La inesperada detención de “el Mayo”, de 76 años, y la forma en que parece haber sido traicionado por Guzmán López, de 38, ha sacudido el mundo del narcotráfico mexicano, desatando temores de una sangrienta fisura en el Cártel de Sinaloa entre las dos familias que controlan las mayores bases de poder del grupo.
Zambada está acusado de ser uno de los traficantes más importantes de la historia de México, al haber cofundado el Cártel de Sinaloa con “el Chapo” Guzmán, quien cumple cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado.
“El Mayo”, en una silla de ruedas, se declaró no culpable el viernes 26 en un tribunal de Texas de los cargos de narcotráfico, incluyendo empresa criminal continua, conspiración de importación de narcóticos y lavado de dinero.
Su abogado, Frank Pérez, dijo que su cliente no llegó a Estados Unidos voluntariamente. Guzmán López deberá comparecer ante un tribunal la próxima semana en Chicago, donde fue acusado por primera vez de narcotráfico hace seis años. Ahora, uno de los cárteles más fuerte, contará con un relevo generacional.
