La NASA canceló el lanzamiento de un nuevo cohete lunar programado para un importante vuelo de prueba este lunes, luego de varios incidentes que involucraron una fuga de combustible.
Todo estaba programado y los ojos del mundo estaban puestos en Cabo Cañaveral, Florida donde se tenía programada la salida de este vuelo que no incluía tripulación.
Sin embargo, esta mañana se anunció que el vuelo se posponía debido a los problemas en uno de los cuatro motores RS-25 y algunos medios reportan que será el viernes cuando se vuelva a intentar.
Los encargados habían detenido el conteo regresivo cuando faltaban 40 minutos mientras el equipo de hidrógeno discutía los planes a seguir con el director de la misión.
Previamente, los controladores de vuelo detuvieron la operación de repostaje, que ya se hacía con una hora de retraso debido a tormentas en el mar.
El proceso se reanudó despacio para ver si la fuga de combustible de hidrógeno podría empeorar, lo que casi con certeza pondría fin a la cuenta atrás, pero las alarmas forzaron otro receso. La fuga estaba en el mismo lugar en el que se identificó durante una prueba en primavera.
“No despegamos hasta que todo está bien, encontraron un problema con los gases en una de los motores y así no puede irse. Tenemos reglas y además tenemos que tomar en cuenta que esta es una máquina complicada, así mismo el sistema y todo tiene que trabajar, no se debe prender la vela hasta que está lista”, dijo Bill Nelson, administrador de la NASA momentos después del anuncio de la cancelación del despegue.
En lugar de astronautas, se sujetan tres maniquíes de prueba a la cápsula Orion para medir la vibración, la aceleración y la radiación, uno de los mayores peligros para los humanos en el espacio profundo.
Este evento llevó a mucha gente a viajar hasta Orlando para presenciar el despegue del Sistema de Lanzamiento Espacial, o SLS por sus siglas en inglés.
La vicepresidenta, Kamala Harris, viajó a Orlando con su esposo, pero aún no había hecho el trayecto de una hora por carretera hasta Cabo Cañaveral.
El primer vuelo del programa de exploración lunar de la NASA del siglo XXI, llamado Artemis I (Artemisa), por la hermana melliza del dios mitológico Apolo, lleva años de retraso. Sucesivos aplazamientos han provocado sobrecostos presupuestarios: esta demostración costaría 4.100 millones de dólares.
Si la prueba salía bien, el segundo vuelo llevaría astronautas para rodear la Luna en un viaje de ida y vuelta a partir de 2024.
Después podría haber un alunizaje de dos personas para finales de 2025. NASA tiene la vista puesta en el polo sur del satélite.
También servirá como un escalón más para ver si hay posibilidad de enviar astronautas a Marte.
Hay que destacar que se convertirá en la primera misión que lleve a una mujer a la luna y a una persona de color. Algo que marca la diferencia entre estas misiones y las de Apolo.
Durante las misiones Apolo, 12 astronautas aterrizaron en la Luna entre 1969 y 1972, con estancias de unos pocos días como mucho.
La NASA quiere establecer una base lunar en las misiones Artemis en la que los astronautas puedan hacer estancias de varias semanas. El siguiente paso sería Marte, quizá a finales de la década de 2030 o principios de la década de 2040.
