Washington.- La situación económica del país, con una creciente tasa de inflación, afectará las compras navideñas, de hecho, muestra de ello es lo que esperaban el pasado Black Friday, sumado al Cyber Monday, donde se contemplaban compras adelantadas para cerca de 166 millones de estadounidenses, pero que estadísticamente se vieron reducidas.
Las compras se hacen en medio de los altos costos al consumidor y el riesgo de una recesión. Sin embargo, hay un sector que sí le preocupa el gasto frente a los bajos niveles de ingreso.
Según una reciente encuesta de SurveyMonkey, el 78% de los hogares que ganan menos de 50 mil dólares están preocupados por su poder adquisitivo en medio de la inflación en esta temporada navideña, una cifra que se reduce al 56% para los hogares con ingresos de 100 mil dólares o más.
Las preocupaciones económicas también son relativamente altas entre los estadounidenses más jóvenes, con el 73% de los que tienen entre 18 y 34 años preocupados por poder comprar lo que quieren debido a la inflación, la más alta entre cualquier grupo de edad en la encuesta.
Los negocios minoristas hicieron grandes descuentos en el Black Friday con el objetivo de liquidar los inventarios abultados, pero les faltó.
“Se siente como un día normal”, dijo Miguel Martínez, de 35 años, un supervisor de almacén que caminaba por una tienda de Target Corp. en el lado norte de Chicago con su hija de 12 años, Jaylen. Martínez contó que ha recortado el uso de la televisión por cable y de Netflix para poder comprar los regalos para sus cuatro hijos. Describió los descuentos del Black Friday como “bastante buenos”, mientras recogía obsequios.
Se considera que los consumidores estadounidenses siguen gastando, pero se están volviendo más cautelosos después de lidiar este año con las tasas de inflación más altas en cuatro décadas. También están más atentos a las ofertas, y los minoristas -muchos de ellos todavía cargados de inventario después de juzgar erróneamente una erosión de la demanda- están tratando de destacar colgando los descuentos más profundos desde antes de la pandemia.
Según Melissa Minkow, directora de estrategia de comercio minorista de la consultora digital CI&T, es probable que la temporada de compras navideñas registre un crecimiento entre modesto y equilibrado de las ventas anuales. “Eso sigue siendo una victoria”, dijo.
La era de las aglomeraciones del Viernes Negro se detuvo con la pandemia, y probablemente no volverá, ya que cada vez más consumidores compran por Internet y reparten sus gastos en un periodo más largo. “El histórico ambiente estridente del Viernes Negro puede ser cosa del pasado”, dijo en un informe Edward Yruma, analista de comercio minorista de Piper Sandler.
Con este panorama muchos consumidores están encontrando en sus tarjetas de crédito una forma de administrar los gastos en regalos de Navidad.
De acuerdo con un informe de la Federación Nacional de Minoristas, muchos hogares complementarán sus gastos con ahorros y crédito, para tener un colchón y hacer las compras programadas en esta temporada.