Por Domingo Banda/La Prensa de Houston
Houston.- Los medios internacionales se inundaron con la noticia de la muerte del Vicente Fernández los 81 años de edad, todos han compartido lo que significa esta pérdida para la industria de la música y para la cultura mexicana y de otros países que querían mucho al artista.
Sin duda, perderlo es muy difícil para los mexicanos, él era el máximo representante de la canción ranchera desde hace décadas, otros grandes intérpretes que se dedicaban a entonar este género ya habían muerto.
Esto dejó a Vicente en un lugar privilegiado que se ganó a brazo partido con muchos años de trabajo y entrega a su carrera musical.
Como no lamentar su partida si era “El Rey” de nuestra música, era el que no ‘dejaba de cantar hasta que la gente no dejaba de aplaudir’, su frase predilecta en todos sus conciertos y déjenme les digo que la cumplía.
Por el lado personal tuve la oportunidad de conocer a Don Vicente, de verlo de cerca en diversas ocasiones al igual que verlo en concierto.
En el 2005 tuve la oportunidad como un estudiante interno de participar como asistente para la coordinadora de medios de sus giras aquí en Texas. Que emoción era ir a ser parte del equipo que traía esta gira, ver el tras bambalinas de primera mano y lo más emocionante verlo de cerca.
Muchas cosas se pueden contar, por que los siguiente siete años hasta el 2012 seguí formando parte de ese equipo aquí en el estado.
Se decía que Chente siempre saludaba a todos los que estaban detrás del escenario al momento que el entraba y que sin importar quien fueras o lo que hacía uno, el señor te saludaba.
Muy cierto fue, en varias ocasiones tuve la oportunidad de estrechar la mano de esa leyenda de la música, increíble estarlo contando ahora.
Vicente Fernández deja un legado artístico que lo convierte en una leyenda y su voz vivirá por siempre en sus canciones. Foto Facebook de Vicente Fernández
Recuerdo que siempre llegaba ya listo con su traje de charro y una gabardina encima. Siempre recibía a los suertudos ganadores de concurso con mucha amabilidad, era una persona muy humilde y con los pies en la tierra a pesar de la fama que tenía.
Cuando por fin subía al escenario todo su equipo siempre estaba al pendiente de él, eso sí, nunca sabían cuando bajaría pues no paraba un concierto hasta que el sentía que ya era tiempo, podían pasar hasta 3 horas. Recuerdo como bromeaban entre si los organizadores sobre quien iba a pagar la multa por el tiempo extra en el recinto.
Pero cuando sonaban los primeros acordes de la canción “Volver, volver”, se armaba la locura, esa canción era la señal que era el final del concierto, se movía rápidamente la camioneta para transportarlo, se alistaban todos los que se iban a ir con él, sus colaboradores más cercanos.
Recuerdo que hacíamos una línea a un lado de su camioneta para verlo irse por que, igual que cuando entraba, también saludaba a cada uno que estaba cerca. Subía a su carro y salía inmediatamente del lugar del concierto y a irse a la siguiente ciudad.
Por eso ver su velorio y ver cómo la gente llegó en miles a despedirlo no sorprende, era de esperarse, Chente era el hijo predilecto de Jalisco y de México.
Hay que agradecer el regalo que le dio la familia al público, de estar presentes y abrir ese recinto donde reposaban sus restos para ser homenajeados.
“Las luces nunca brillaron más en el cielo. Sin duda alguna, no pude haber pedido un mejor padre, amigo y maestro. Gracias por mostrarme el camino. Y aunque te 
extrañemos a diario, tu espíritu y voz vivirán por siempre en tu familia, en tu pueblo y en tu gente. Te amo pa”, fue parte del conmovedor mensaje que su hijo Alejandro Fernández publicó en sus redes sociales para despedirlo.
Así como ‘el potrillo’ cientos de artistas lamentaron tan triste perdida y reconocieron el valor que tenía ‘El charro de Huentitán’ en el mundo artístico.
“No tengo palabras para expresar de nueva cuenta mi dolor todos saben del cariño que sentíamos los dos, la admiración que nos profesábamos en el escenario y fuera del escenario”, compartió Ana Gabriel, artista con la que hizo giras por diversas ciudades.
“El hijo del pueblo” como muchos le decían, debido a una canción y una película, grabó una infinidad de temas que alcanzaron el éxito a nivel internacional. Participó en decenas de películas que fueron desde el drama hasta la comedia. Hizo de todo.
Por eso no es de extrañarse que se le llore en estos momentos, muchos se identificaban con él por ser un hombre exitoso que venía desde la clase humilde.
Hay que destacar que, hasta el mismo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se pronunció ante la muerte de Fernández.
“El mundo de la música ha perdido un icono. La música de Vicente Fernández creó memorias en millones de personas, enviamos condolencias a su familia y a todos los que lo quisieron. Vicente será recordado por generaciones”, expresó el mandatario estadounidense en su cuenta oficial de Twiter.
Quizás por ahora muchos lloremos su muerte, pero el legado y la repercusión positiva que tiene su obra en la historia de la música será eterna. Chente es eterno y “para siempre”.
Galería de fotos
Vicente en uno de los momentos que marcaron historia en su carrera, un concierto en la Plaza de Toros México, “Un mexicano en la México”. Foto Facebook de Vicente Fernández
Los caballos eran una de sus grandes pasiones y trabajó mucho en esta raza de caballos miniatura. Foto Facebook de Vicente Fernández
Vicente trabajó con muchos artistas interancionales, aquí aparece junto a la cantante Lucha Villa. Foto Facebook de Vicente Fernández
Aquí aparece Vicente firmando autografos con sus admiradores. La gente fue siempre muy importante para el artista. Foto Facebook de Vicente Fernández
El Charro de Huentitán inculcó en sus hijos el amor por la música. Aquí lo vemos con su hijo Alejandro Fernández cuando este era un niño. Foto Facebook de Vicente Fernández
La entonces candidata presidencial Hillary Clinton saluda a Vicente después de un evento. Chente apoyó la candidatura de Clinton en el 2016 y hasta cantó el «Corrido de Hillary». Foto Facebook de Vicente Fernández
