Es posible que perder una hora extra de sueño no sea lo peor que podría pasar cuando se adelanten los relojes al comienzo del horario de verano. Según la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), que celebra su centenario como la organización sin fines de lucro líder en el mundo dedicada a la salud del corazón y el cerebro para todos, los investigadores científicos han observado un marcado aumento en ataques al corazón y ataques o derrames cerebrales en los días posteriores al cambio de horario de cada año.
Posiblemente, esto sea así entre hispanos o latinos que ya tienen un mayor riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca debido, frecuentemente, a los factores de riesgo no controlados, el acceso limitado a la atención médica, las tasas más bajas de alfabetización en salud, las barreras culturales y los determinantes socioeconómicos de la salud.
Este año, el horario de verano comienza el domingo 10 de marzo, es la práctica de ajustar los relojes una hora antes de la hora estándar para prolongar la luz nocturna durante los meses de verano. Si bien obtener más luz natural puede ser un cambio agradable, la transición podría conllevar algunos problemas de salud.
De acuerdo a un estudio de internaciones hospitalarias en Michigan, hubo un aumento del 24% en los ataques cardíacos el lunes siguiente al cambio al horario de verano.
En un estudio en Finlandia, los investigadores encontraron que la tasa general de accidente cerebrovascular isquémico era un 8% mayor durante los primeros dos días después de la transición del horario de verano.
Otra investigación ha descubierto que, en general, los ataques cardíacos más graves ocurren los lunes que cualquier otro día de la semana, lo que hace que el día después del cambio de horario sea aún más preocupante.
“Realmente no sabemos con exactitud por qué hay un aumento de ataques cardíacos y derrames cerebrales durante el cambio al horario de verano. Probablemente, esté relacionado con la alteración del reloj interno del cuerpo o de su ritmo circadiano”, dijo la experta de la Asociación Americana del Corazón, María Delgado-Lelievre, especialista destacada en hipertensión de la Universidad de Miami Leonard M. Miller School of Medicine.
“Es importante ser consciente de este mayor riesgo, especialmente si ya tiene una enfermedad cardíaca u otros factores de riesgo, que sabemos que suele ser más prevalente entre la población hispana o latina. Reconozca los signos de un ataque cardíaco o derrame cerebral y si usted o alguien con quien está experimenta alguno de estos síntomas, llame al 9-1-1”.
La Asociación Americana del Corazón ofrece algunos consejos para adelantarse al cambio de horario:
Empiece ahora a salir y disfrutar de la mayor cantidad de luz natural posible durante el día. Esto puede ayudar a ajustar el ritmo de su cuerpo para el cambio que se avecina.
Empiece a relajarse un poco más temprano en las próximas noches. Si bien nunca podrá recuperar el sueño perdido, llegar al cambio de hora bien descansado puede ser útil.
No lo compense con cafeína extra. Es posible que sienta que uno o dos cafés adicionales pueden ayudarle a superar la depresión del mediodía, pero demasiada cafeína no es saludable para el corazón.
El nivel ideal de sueño recomendado por Life’s Essential 8 es el siguiente:
De 7 a 9 horas diarias para adultos.
De 8 a 10 horas diarias para edades de 13 a 18 años.
De 9 a 12 horas diarias para niños de 6 a 12 años.
De 10 a 16 horas diarias para niños de 5 años y menores.