Por la Comisionada Lesley Briones
Vivimos tiempos inciertos. Lo veo en los rostros de otros padres en la fila de coches de la escuela y lo escucho de los vecinos en nuestros centros comunitarios: estamos preocupados por el rumbo de nuestra economía.
Con el aumento del costo de vida, las familias se inquietan por poder poner comida en la mesa, pagar la renta y prepararse para lo peor ante una posible recesión.
Cuando los políticos apuestan por medidas económicas perjudiciales, las familias trabajadoras son las más afectadas. Y, muchas veces, las madres son quienes llevan la carga más pesada.
Criar a mis tres niñas ha sido la mayor alegría de mi vida. Y al igual que todos los padres, como mamá sé que tener hijos implica una vida de amor y decisiones difíciles. En un país donde solo 13 estados exigen licencia familiar remunerada y donde las madres ganan solo 63 centavos por cada dólar que ganan los padres, a menudo se las penaliza, en lugar de celebrarlas.
La incertidumbre económica significa que las madres en Texas enfrentan resoluciones constantes sobre qué deben sacrificar. Desde la fórmula infantil hasta la ropa y el cuidado de los hijos, el aumento en los costos dificultan más estas decisiones. En el país más rico del mundo, las madres no deberían tener que elegir entre las necesidades básicas y la felicidad de sus hijos (ni la suya propia).
Los sacrificios de nuestras familias me motivan a seguir luchando por todas las familias texanas.
En el Condado Harris, estamos dando el ejemplo: ofrecemos a nuestros empleados hasta 12 semanas de licencia parental pagada, permisos por enfermedad para cuidar a los hijos, salas de lactancia y asistencia para encontrar cuidado infantil.
La Corte de Comisionados ha invertido 84 millones de dólares en fondos federales provenientes de la Administración Biden-Harris para brindar cuidado infantil gratuito, educativo y de alta calidad, y así ayudar a los padres a reincorporarse al trabajo. También hemos eliminado los impuestos sobre la propiedad del condado para los proveedores de cuidado infantil elegibles, con el objetivo de que los ahorros en la matrícula escolar se reflejen en las familias.
En el Precinto 4 buscamos más formas de aliviar la carga de las mamás. Ampliamos nuestros campamentos de verano gratuitos para niños, ofrecemos programas sin costo para después de la escuela y abrimos una clínica de salud sin costo en colaboración con el Baylor College of Medicine para jóvenes de entre 13 y 24 años.
Me enorgullece que estemos impulsando el progreso y seguiremos redoblando esfuerzos para ampliar las oportunidades, porque eso es lo que las familias merecen. Sin embargo, la necesidad de avanzar es enorme, y queremos que todos los niveles de gobierno y el sector privado tomen medidas significativas para apoyar a nuestras madres.
Necesitamos que el gobierno federal apruebe la licencia parental pagada en todo Estados Unidos para construir una economía que funcione para todos, especialmente para las madres. Y buscamos cambiar la cultura laboral para que los padres puedan quedarse en casa cuando sus hijos estén enfermos.
Cuando no apoyamos a las mamás, todos sufrimos. Cuatro de cada 10 madres con hijos menores de 18 años son el principal o único sustento de sus hogares, y cuando ellas salen del mercado laboral, también desaparecen cientos de miles de millones de dólares de la economía.
Logremos el progreso que merecemos, empezando por casa. Este Día de la Madre, y todos los demás, celebra las contribuciones de tu esposa, madre, hermana y todas las mujeres de tu vida.
