Bombardeos de EE. UU. intensifican el conflicto histórico atacando instalaciones nucleares de Irán. Conoce todos los detalles aquí.
Estados Unidos llevó a cabo una serie de bombardeos aéreos contra tres instalaciones nucleares clave en Irán, como parte de una ofensiva coordinada con Israel. Esta operación representa una escalada significativa en el conflicto que enfrenta a ambos países con Teherán y ocurre a pesar de años de promesas de mantenerse fuera de nuevos enfrentamientos en Medio Oriente.
Los blancos de los ataques incluyeron las instalaciones de Fordow, Natanz y Esfahan, consideradas estratégicas para el programa de enriquecimiento de uranio de Irán. Según información oficial, se utilizaron bombas penetrantes de gran potencia conocidas como “bunker busters”, capaces de alcanzar estructuras fortificadas bajo tierra, como el sitio de Fordow, ubicado a unos 100 metros de profundidad bajo una montaña.
Conflicto entre Irán y EE. UU. alcanza nuevo nivel
El conflicto entre Irán y EE. UU. ha entrado en una fase crítica con la participación activa del ejército estadounidense. Durante su discurso desde la Casa Blanca, el presidente Donald Trump confirmó la destrucción total de las instalaciones nucleares atacadas, subrayando que el objetivo de la operación fue eliminar la capacidad de enriquecimiento nuclear de Irán.
Aunque el mandatario expresó su deseo de evitar más acciones militares, advirtió que existen múltiples objetivos pendientes y que actuarán con rapidez si Irán no responde con una desescalada. La Casa Blanca confirmó que no se reportaron bajas estadounidenses y que todos los aviones participantes regresaron de forma segura.
Esta operación fue precedida por múltiples advertencias del gobierno iraní, que consideró que una intervención militar por parte de Estados Unidos sería perjudicial de forma “irreparable”. No obstante, el ataque se concretó tras días de intercambio de misiles entre Irán e Israel, que ya ha causado cientos de víctimas civiles, según medios iraníes.
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¿Qué implica el conflicto entre Irán y EE. UU. para el futuro?
El ataque se produce en un momento de alta tensión diplomática. Israel considera que el programa nuclear iraní representa una amenaza existencial, mientras que Irán insiste en que su tecnología tiene fines pacíficos. La inteligencia estadounidense ha sostenido durante años que Irán suspendió su programa de armas nucleares en 2003. Sin embargo, las recientes acciones del gobierno estadounidense sugieren que se considera que el riesgo ha aumentado.
El conflicto entre Irán y EE. UU. se originó tras los ataques israelíes iniciales y se ha intensificado con las represalias por parte de Irán, que ha lanzado misiles y drones hacia territorio israelí. Aunque muchas de estas amenazas han sido interceptadas, el saldo mortal va en aumento, según informes oficiales del gobierno de Israel.
A pesar de que el presidente Trump había prometido no involucrar al país en nuevos conflictos en Medio Oriente, ha reiterado que impedir que Irán obtenga un arma nuclear es una prioridad absoluta. En sus redes sociales, también ha hecho alusión directa al líder supremo iraní, sugiriendo que su ubicación es conocida pero que no será atacado “por ahora”.
Avance tecnológico y poder militar en juego
Una de las claves de este bombardeo fue el uso del GBU-57, una bomba de 30,000 libras capaz de penetrar estructuras subterráneas, transportada exclusivamente por el bombardero B-2 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Este tipo de armamento refuerza la posición estadounidense como el único país con la capacidad técnica para impactar instalaciones como Fordow.
El conflicto entre Irán y EE. UU. también ha encendido alarmas en organismos internacionales, aunque hasta ahora no se ha producido una respuesta concreta por parte de Naciones Unidas. Se espera que en las próximas horas el Pentágono ofrezca más detalles en una conferencia de prensa programada.