El accidente aéreo en Galveston dejó seis muertos. Dos mujeres sobrevivientes muestran avances, mientras autoridades investigan las causas.
Las dos mujeres que sobrevivieron al accidente aéreo en Galveston ocurrido el pasado 22 de diciembre en la bahía continúan mostrando avances positivos en su recuperación, según informó una organización sin fines de lucro mexicana involucrada en el vuelo.
El accidente, que conmocionó tanto a la comunidad local como a autoridades de ambos lados de la frontera, dejó un saldo de seis personas fallecidas, entre ellas un niño, y activó una investigación federal sobre las causas del siniestro.
Actualización sobre el estado de las sobrevivientes
La organización Fundación Michou y Mau, dedicada al traslado de pacientes pediátricos con quemaduras desde México hacia Estados Unidos, confirmó que Julia Aracelis Cruz Vera y Miriam de Jesús Rosas Mancilla presentan una evolución favorable.
Cruz Vera, madre del menor que falleció en el accidente aéreo en Galveston, fue retirada del respirador y se encuentra en condición estable. La otra sobreviviente, Rosas Mancilla, quien es enfermera, también ha mostrado mejoría progresiva, de acuerdo con el reporte difundido por la fundación a través de redes sociales.
Reencuentro con el rescatista que le salvó la vida
Durante el fin de semana posterior al accidente, Cruz Vera se reencontró con Sky Decker, un residente de Galveston que fue clave en su rescate. Decker se encontraba navegando con su hijo y un vecino cuando la aeronave cayó a la bahía, y ayudó a sacar a la mujer de entre los restos del avión.
Virginia Sendel, presidenta y fundadora de la fundación, atribuyó directamente a Decker el haber salvado la vida de Cruz Vera, destacando la rápida reacción del galvestonense en un momento crítico.
Este gesto ha sido ampliamente reconocido en la comunidad local, donde el accidente aéreo en Galveston sigue siendo tema de conversación por el impacto humano y la respuesta ciudadana que generó.
El vuelo y su misión médica
La aeronave involucrada era un Beech King Air 350i, un avión bimotor turbohélice perteneciente a la Marina de México. El vuelo tenía como objetivo trasladar a un paciente pediátrico para recibir atención especializada en el hospital Shriners Children’s Texas, ubicado en Galveston.
El menor fue identificado por autoridades mexicanas como Federico Efraín Ramírez Cruz. Su padre viajó a Galveston durante el fin de semana posterior al accidente, acompañado por el doctor Yannick Nordin, director médico de la fundación, para seguir de cerca el estado de las sobrevivientes y realizar los trámites correspondientes.
Lee más: ¿Qué abre en Año Nuevo 2026 en Houston? Tiendas, restaurantes y servicios
Víctimas mortales del accidente
Además del niño, las autoridades confirmaron el fallecimiento de cinco adultos en el accidente aéreo en Galveston. El Consulado General de México en Houston identificó a las víctimas como:
-
Dr. Juan Alfonso Adame González
-
Teniente Víctor Rafael Pérez Hernández
-
Teniente Juan Iván Zaragoza Flores
-
Marino Guadalupe Flores Barranco
-
Teniente Luis Enrique Castillo Terrones
Todos ellos formaban parte de la tripulación o del equipo médico que viajaba en la aeronave.
Investigación federal en curso
La causa del siniestro está siendo investigada por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), que ya inició el análisis de los restos del avión, datos de vuelo y comunicaciones previas al impacto.
Expertos señalan que este tipo de investigaciones pueden tomar varios meses, ya que se revisan múltiples factores como condiciones climáticas, estado mecánico de la aeronave, decisiones de la tripulación y posibles fallas técnicas.
Mientras tanto, autoridades reiteraron que el accidente aéreo en Galveston no representa un riesgo adicional para las operaciones aéreas regulares en la región, aunque sí ha reavivado el debate sobre vuelos médicos internacionales y protocolos de seguridad.
Impacto en la comunidad de Houston y Galveston
El accidente ha tenido un fuerte impacto emocional en el área metropolitana de Houston y particularmente en Galveston, una ciudad acostumbrada a recibir vuelos médicos y misiones humanitarias.
Organizaciones comunitarias y residentes locales han expresado solidaridad tanto con las familias de las víctimas como con las sobrevivientes, resaltando el carácter binacional de la tragedia y la cooperación entre México y Estados Unidos en materia de atención médica.
El accidente aéreo en Galveston también ha puesto en relieve la labor poco visible de fundaciones médicas que realizan traslados complejos para salvar vidas infantiles, muchas veces en condiciones difíciles.
