El Salvador.- El presidente Nayib Bukele cumple dos años en el cargo, donde se ha mantenido con elevados índices de popularidad, pero se ha notado distanciado de la comunidad internacional, que lo cuestiona por tratar de concentrar el poder con la ayuda del Congreso
“El Salvador vive tiempos que solo pueden calificarse de inquietantes y peligrosos. A pesar de la poca claridad de hacia dónde se dirige el país, una importante mayoría de la población confía ciegamente en el presidente y apoya sus decisiones con independencia de las consecuencias”, advierte en un editorial la influyente Universidad Centroamericana (UCA).
Tras llegar al poder el 1 de junio de 2019, el gobernante “millennial” de 39 años, poco afín a las entrevistas, transmite sus mensajes privilegiando Twitter o interactuando con “influencers”.
Con una imagen fresca y de gorra con la visera hacia atrás, Bukele capitalizó el descontento popular sobre los partidos tradicionales Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha) y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), que se habían alternado el poder de 1989 a 2019.
El gobernante difundió la última semana una encuesta del Centro de Investigaciones de Estudios Sociales (CIESCA), donde un 89 por ciento se mostró de acuerdo con su trabajo.
Para la directora del Instituto de Opinión Pública de la UCA, Laura Andrade, hay una “avalancha publicitaria” del gobierno en redes que “distorsiona la forma en que la población salvadoreña interpreta la realidad, con un contenido que no les proporciona elementos que la empoderan sino que la fragmentan”.