Tres enfermedades cardiovasculares comunes en adultos, insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular y enfermedad coronaria, están relacionadas con el deterioro cognitivo y un mayor riesgo de demencia, según “Contribuciones cardíacas a la salud cerebral”, una nueva declaración científica de la American Heart Association.
La declaración científica trata de las últimas investigaciones que examinan la relación entre la salud cardiovascular y la salud cerebral, lo que incluye el deterioro cognitivo y la disfunción neuropsicológica. La declaración enfatiza la interconectividad entre el cerebro y el corazón y lo esencial que es esta relación para la salud en general.
Los que no conocemos mucho sobre la insuficiencia cardíaca, la American Heart Association nos dice que es un importante problema de salud pública cuyas causas subyacentes incluyen la presión arterial alta, la obesidad y la diabetes tipo 2. La insuficiencia cardíaca está relacionada con el deterioro cognitivo, que afecta tareas como el cuidado personal y la administración de medicamentos, especialmente en adultos mayores.
Un metaanálisis de estudios anteriores determinó que casi el 50% de las personas con insuficiencia cardíaca presentan algún tipo de deterioro cognitivo que puede afectar el lenguaje, la memoria o la función ejecutiva. La tasa de problemas cognitivos tiende a ser mayor en aquellos con tipos más graves de insuficiencia cardíaca.
Por su parte, la fibrilación auricular es el trastorno del ritmo cardíaco más común en adultos, y se proyecta que la prevalencia general de esta afección en los EE. UU. aumentará de 2,7 millones en 2020 a casi 16 millones para 2050. El vínculo entre la fibrilación auricular y el derrame cerebral es muy conocido; sin embargo, la relación entre la fibrilación auricular y el deterioro cognitivo requiere más investigación.
Un metaanálisis a gran escala determinó que la fibrilación auricular aumenta el riesgo de deterioro cognitivo en un 39%.Los factores de riesgo comunes entre la fibrilación auricular y la demencia incluyen la presión arterial alta, la diabetes tipo 2, la insuficiencia cardíaca, el tabaquismo, las enfermedades vasculares, los trastornos respiratorios del sueño y la edad avanzada. Estos factores provocan cambios estructurales y funcionales en el cerebro que conducen al deterioro cognitivo.
La enfermedad coronaria aumenta de manera significativa el riesgo de demencia y deterioro cognitivo. Una evaluación sistemática a gran escala de más de 1 millón de adultos indica que el riesgo de desarrollar demencia es un 27% mayor en las personas con enfermedades cardíacas en comparación con las personas sin enfermedades cardíacas.
Hasta un 50% de las personas presentan pérdida de la función cerebral después de un ataque cardíaco. Los datos de varios estudios a gran escala indican que el ataque cardíaco está relacionado con un deterioro más pronunciado de la función cognitiva, lo que incluye la memoria y la función ejecutiva. Los niveles elevados de acumulación de calcio en las arterias también están relacionados con un mayor riesgo de desarrollar demencia.
La enfermedad coronaria puede dañar la función cerebral a través de varios mecanismos. Los factores de riesgo comunes como la presión arterial alta y la diabetes tipo 2 causan inflamación que afecta la barrera hematoencefálica y reduce el flujo sanguíneo al cerebro, lo que conduce al deterioro cognitivo y la demencia.
Con toda esta información que nos provee la American Heart Association, no queda más que cuidarnos y hacernos nuestras revisiones médicas, especialmente si tenemos antecedentes en la familia.
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