Washington.- Ante la política de expulsión de inmigrantes indocumentados, el gobierno de Donald Trump se enfrasca en problemas diplomáticos con Colombia y malestar de mandatarios de otros países latinoamericanos, como Brasil y México; pero, los vuelos de deportación muestran una afrenta para saciar al electorado que decidió por él en noviembre pasado.
Tan sólo bastaron cuatro días para que la secretaria de prensa del nuevo gobierno, Karoline Leavitt, publicara en su cuenta de X que se efectuaba el primer vuelo con migrantes indocumentados: «Han comenzado los vuelos de deportación. El presidente Trump está enviando un mensaje fuerte y claro al mundo entero: si ingresa ilegalmente a los Estados Unidos de América, enfrentará severas consecuencias».
La imagen (que ilustra esta nota) muestra como un grupo de migrantes encadenados son escoltados para abordar un avión militar, según trascendió el destino era Guatemala y la foto era del día 23, aunque se publicó un día después.
En esos primeros días, el lunes 27, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, indicó que arribaron cuatro vuelos con inmigrantes indocumentados, aunque desestimó que las cifras fueran considerables: «Hasta ahora no ha habido un incremento sustantivo (de vuelos); unos días que disminuyó con la entrada del presidente Trump, pero si lo tomamos por semana es un número que en otras ocasiones ha tenido nuestro país».
Mientras tanto, el sábado 25 de enero, el presidente colombiano Gustavo Petro se negó a recibir aviones con migrantes deportados, Petro declaró que sí recibiría de regreso a los migrantes, pero “con dignidad”, incluso en aviones civiles.
En respuesta, a la crisis, un día después, tanto el presidente Trump como Petro anunciaron el incremento de aranceles sobre las exportaciones entre ambos países, en medio de la disputa diplomática
desatada por el referido bloqueo de Colombia a la deportación de migrantes.
El mandatario mencionó “inspecciones reforzadas” en la aduana y fronteras para todos los colombianos y mercancías provenientes de este país, así como sanciones bancarias y financieras.
El arancel de 25% a los productos de Colombia subiría en una semana al 50%, según afirmó el republicano en su plataforma Truth Social.
Petro respondió ordenando a la cartera de Comercio Exterior que también imponga un arancel del 25% a los productos procedentes de EU e instó a su gobierno a “dirigir” las exportaciones hacia otros países del mundo.
Petro justificó su decisión en X: “Un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con la dignidad que un ser humano merece. Por eso hice devolver los aviones militares estadounidenses que venían con los migrantes colombianos”.
Finalmente, por la noche del domingo la Casa Blanca anunció que Colombia dio marcha atrás y acordó aceptar a sus ciudadanos deportados en vuelos militares.
La administración Trump suspenderá los aranceles planificados y la mayoría de las sanciones, según un comunicado de la Casa Blanca.
Mientras tanto, a Guatemala llegaron tres vuelos con 265 migrantes deportados el pasado viernes 24. Los deportados fueron llevados al Centro de Recepción de Retornados, ubicado junto al aeropuerto internacional de Ciudad de Guatemala.