Mientras la familia de Kilmar Ábrego García realizaba una vigilia frente a la Casa Blanca para pedir por su regreso a casa luego de que fuera deportado por error, según aceptó la administración de Donald Trump. Han declarado que está en la cárcel CECOT de El Salvador.
Dentro, Nayib Bukele, presidente de ese país centroamericano, declaró que no tenía planes de repatriar a Ábrego García, insinuando que hacerlo equivaldría a introducir ilegalmente a un terrorista en este país.
Al mismo tiempo, en la reunión que sostenían los mandatarios, varios funcionarios de la administración Trump afirmaron que no estaban obligados a repatriar al salvadoreño, a pesar de una orden de la Corte Suprema de Estados Unidos que les obliga a facilitar el regreso del residente de Maryland.
Ambos gobiernos aseguran que no tienen el poder de regresar al detenido en El Salvador. Un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos dijo que la agencia no tiene autoridad para extraer por la fuerza a un extranjero de la custodia interna de una nación soberana extranjera.
Bukele declaró a la prensa que no tenía la facultad de devolver a Ábrego García a Estados Unidos, que está detenido en El Salvador desde el 15 de marzo. Este caso, al parecer, seguirá dando mucho de qué hablar.
