Los alcaldes de Nueva York y Chicago, Eric Adams y Brandon Johnson, respectivamente, encabezaron una coalición con otros 40 regidores para pedir al gobierno de Joe Biden la autorización de 2 millones de permisos de trabajo destinados a migrantes indocumentados de larga duración o recién llegados al país.
“Nuestra ciudad no sería la mejor del mundo sin generaciones de inmigrantes (…) La única manera de hacer que el sueño americano funcione es dejar que la gente trabaje, porque el trabajo es la base de ese sueño”, expresó Adams en un comunicado conjunto.
Esta iniciativa bipartidista parte de una coalición llamada Ciudades por la Acción (C4A), integrada por ambos consistorios junto a los de otras ciudades y ejecutivos de diversos sectores, en un momento en que el Senado estudia una reforma integral de inmigración.
Para el alcalde de Nueva York, la ampliación de la autorización de trabajo para los inmigrantes es “una medida beneficiosa”, y evitaría “la explotación” laboral y “la carga financiera que soportan los sistemas de acogida” ante la parálisis de la mencionada reforma.
“Chicago e Illinois son el hogar de 320 mil mexicanos y guatemaltecos indocumentados, y 40 mil haitianos, jamaicanos y nigerianos indocumentados, y a pesar de su falta de autorización de trabajo, contribuyen enormemente a nuestras economías y barrios”, manifestó Johnson, por su parte, a la Administración Biden-Harris.
La coalición C4A cuenta con el apoyo de más de 80 miembros del Congreso; más de 300 empresarios, directores generales y asociaciones de la American Business Immigration Coalition; así como organizaciones sindicales como UNITE HERE, Teamsters y United Auto Workers.
A la par, el Senado rechazó por segunda vez un proyecto de ley que buscaba restringir la migración y el acceso al asilo en la frontera con México.
El texto fue negociado por un grupo de senadores republicanos y demócratas a finales del año pasado, como parte de un acuerdo para obtener el apoyo de los conservadores para aprobar desembolsos a los Gobiernos de Ucrania e Israel.
Es así que el Senado veta por segunda ocasión una ley que busca restringir la inmigración. La inmigración se ha convertido en un asunto central de cara a las elecciones en noviembre, colocándose como el principal tema que los estadounidenses tendrán en cuenta a la hora de elegir al presidente, según diversas encuestas publicadas recientemente.